lunes, 15 de abril de 2013

SYMPHONY X en Teatro Vórterix: Las divinas alas de la música


SYMPHONY X
11/04/2013 Teatro Vorterix
LAS DIVINAS ALAS DE LA MÚSICA

Nueva visita de los comandados por Michael Romeo a la Argentina, esta vez presentando el CD doble Iconoclast. Ya con chapa de "locales", no les fue demasiado difícil llenar el local de Colegiales.

Vayamos primero a los grupos soportes.
Los primeros fueron los ascendentes Arpeghy, quienes practican un hard rock/heavy metal neoclásico con gran influencia de Rata Blanca. Hicieron un cover de Yngwie Malsmteen: "You Don´t Remeber I´ll Never Forget" y temas propios como "Guerrero del Sol".

Los que le siguieron fueron Helker, banda de gran trayectoria en la escena nacional, quienes hace un tiempo vienen destacándose más, quizá por el hecho de contar ahora con ese gran vocalista que es Diego Valdez (y no voy a nombrar en todas las bandas que cantó). Con un sonido algo apagado al principio (las guitarras no se escuchaban), después fue corregido para lograr un set de gran contundencia.

Apenas unos minutos después de las 21, los de New Jersey subieron al escenario abriendo con el tema que da nombre a su último CD. Para quienes aún no los conocen, ellos son Michael Romeo en guitarra, Russell Allen en voz, Michael Lepond en bajo, Michael Pinella en teclados, y John Macaluso (Riot, ARK, Yngwie, etc.) en batería -en reemplazo de Jason Rullo-, quien por bastante tiempo se encontrará fuera de la banda por razones de salud.

El poder que emana el grupo es realmente demoledor. Para quienes crean que el Metal progresivo son sólo temas complejos sin fuerza, los invito a escuchar a Symphony X. El público, de un promedio de edad algo menor que dos días antes con Accept, armó unos pogos salvajes, los cuales divirtieron al cantante Russell Allen, quien los incitaba constantemente, aunque haciendo la advertencia de que no se lastime nadie.
Este vocalista, uno de los mejores de la actualidad (no por nada lo llaman de numerosos lados), que tiene mucho del gran Ronnie James Dio, posee un amplio registro y una versatilidad asombrosa, cantando suave en las baladas como "When All is Lost" (dedicada a Jason, esperando su pronta recuperación), o bien agresivo como en "Inferno (Unleash The Fire)". Simpático y carismático, logró hacer mutar el cantito de "¡Symphony Symphony!" de la gente en  "¡Symphony X, Symphony X!".

Los dos Michaels, el tecladista Michael Pinella y el bajista Michael Lepond, tienen un virtuosismo prodigioso, pero lo suyo no se limita a tocar mil notas por minuto de manera estéril, sino que le imprimen a los temas el balance perfecto entre fuerza y melodía. John Macaluso, por supuesto cumplió con su tarea de manera más que eficiente. 
De Michael Romeo no hay mucho más que agregar a lo que usualmente se dice. El alma de Symphony X simplemente te lleva puesto con el poder de su guitarra.

Con un muy buen sonido, la lista de temas se centró esperablemente en su última producción, aunque no olvidaron su gran legado. Sonaron entre otros, clásicos como "Of Sins and Shadows" -presentado como "Of Sins and Fucking Shadows" por Russell- y "Smoke and Mirrors", tema en el cual se armó un pogo bestial, y que es quizá mi preferido; y creo que el primero que escuché en mi vida de estos tipos, hace ya quince años. Justamente me resulta irónico que una banda como ésta, que ya lleva casi veinte años en la ruta, es considerada por muchos una agrupación "nueva", "de la nueva camada", etc..

Uno de los puntos a favor de estos norteamericanos es que a contramano de la tendencia actual, no usan pistas, salvo en un mínimo fragmento de "Of Sins And Sadows". Por otro lado, al menos en Argentina, no las necesitan, el público canta los estribillos con toda su fuerza y se produce esa sensación de "llenado", cuya falta a muchos preocupa y por ello recurren (innecesariamente) a las pistas. En ese sentido siempre tomé como ejemplo a Queen, grupo que en estudio sobregrababa cientos de voces e instrumentos. En vivo simplemente tocaban y cantaban lo que podían, y si bien los temas muchas veces diferían a sus versiones en estudio, era ésa justamente la prueba de que todo era en vivo, y a nadie parecía preocuparle. Symphony X sigue -por suerte- ese mismo camino.

Así que parecía que la noche iba a ser perfecta, pero no. Súbitamente los acordes de la "Marcha Imperiar" (Sí, la que suena en "La Guerra de las Galaxias" cada vez que Darth Vader entra en escena) nos indicaban que luego de unos noventa minutos, el show llegaba a su fin.
No puedo dejar de mencionar este tema, y sé que alguno puede argumentar que "cantidad no es calidad" o que "lo bueno si breve, dos veces bueno". Pero realmente para artistas del calibre de Symphony X -y teniendo en cuenta el precio de las entradas-, noventa minutos de show me suenan a poco. Más teniendo en cuenta que no son gente tan grande de edad. Rob Halford, Ian Anderson, Biff Byford, los Scorpions y muchos otros han pasado los sesenta años y brindan shows de dos horas. Sin ir más lejos, al día siguiente de que tocara Symphony X, The Cure (grupo que particularmente no me gusta, pero la pongo sólo como ejemplo) realizó un recital en la cancha de River tocando por más de tres horas, donde interpretaron ¡cuarenta temas!
No le exijo tanto a Symphony (ni a tantos otros) pero me parece que lo mínimo que debería tocar una banda principal son dos horas.
Más allá de este punto, Symphony X sigue siendo un poderoso ensamble cuya descarga de puro Metal no puede dejar a nadie impasible.

Agradecimientos a los señores Ariel Vigo y Diego Perri, de la productora Volumen 4, por su enorme gentileza para con nuestro espacio.
♪ 
Lista de temas:
Iconoclast
The End of Innocence
Dehumanized
Sea of Lies
Evolution (The Grand Design)
Children of a Faceless God
When All is Lost
Inferno (Unleash the Fire)
Smoke and Mirrors
Of Sins and Shadows
Bis:
Eve of Seduction
Serpent's Kiss
Set the World on Fire (The Lie of Lies)

Comentario e imágenes: Santiago Bennasar, para OXIDO.-

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