martes, 30 de abril de 2013

LACRIMOSA en Teatro Vórterix: Sobran las palabras


Jueves 25 de abril de 2013: en medio de una jornada hábil complicada en extremo por cuestiones laborales, mientras nos perdíamos en medio del desbordado tráfico porteño, pensábamos "solamente por LACRIMOSA vale la pena todo este quilombo...". Y si, fue una travesía difícil, pero siempre por LACRIMOSA valen la pena los esfuerzos. El combo de TILO WOLFF y ANNE NURMI es un especimen diferente a todos, por encima de todos. O de casi todos. Y con cada visita, mejoran sus performances en vivo, si es que tal cosa a esta altura es posible.

Llegamos al renovado teatro Vórterix en los mismos momentos en que Iskemia culminaba su set. Obviamente no nos pudimos formar una idea adecuada de su show, tan sólo que la gente los estaba despidiendo con aplausos, y que su vocalista nos alcanzó a parecer como destacada. Pero es imposible hablar de un grupo tras haberlos visto un par de minutos en escena.

Un rato después, a las 20 en punto, una de las agrupaciones más exportables de la movida nacional pisaba las tablas del remozado antro. Estamos hablando de Bloodparade, claro. Son incontables las veces que hemos visto en escena a Bloodparade, y seguirá siendo un placer verlos cada vez que la posibilidad cuadre. Menos de media docena de canciones bastaron para seguir situando a Brenda Cuesta y su gente entre lo mejor que ofrece hoy la escena nacional. Tuvieron que remarla contando tan sólo con una pequeña porción de escenario, pero el sonido fue aceptable para ellos. Este año verá la luz su cuarto trabajo discográfico y aprovecharon para presentar alguna canción que allí será incluída. Y también -detalle no menor- nos encontramos con los nuevos miembros: Rodrigo Sánchez (también integrante de Inferi) en guitarras y Ezequiel Fernández en bajo. Ambos cumplieron con creces, especialmente Rodrigo, quien le imprimió muchísima presencia a la actuación del quinteto.

Minutos pasadas las 21, y ante un buen marco de público que llegó en masa sobre la hora de inicio del show, empezaban a oírse los tradicionales acordes del "Lacrimosa Theme", la intro que siempre da apertura a los magníficos espectáculos que brinda el sexteto. El telón de fondo era impactante, representando la portada de la reciente placa "Revolution", mientras que en el centro del escenario, un par de astas con banderas con el logo del grupo completaban la escenografía. Como siempre, el centro del tablado libre, con teclados (dos) y batería a ambos costados. Pegada a la introducción, el que puede ser considerado el mayor himno de LACRIMOSA, "Ich bin del Brennende Komet", era la señal de que un nuevo apoteótico espectáculo de los alemanes en Argentina había comenzado.

Con cada reseña que hemos hecho de las diferentes visitas de LACRIMOSA a Buenos Aires, las palabras y las frases se nos han ido agotando y quedando insignificantes. Prácticamente no hay banda en el universo que nos provoque el cúmulo de sensaciones que nos van dejando los comandados por TILO WOLFF y ANNE NURMI, y este "Revolution Tour 2013" no fue de ningún modo la excepción.

El omnipresente TILO en voz y teclados, la fascinante finlandesa en idénticos roles, Jay P. Genkel y Henrik Flyman en guitarras, Yenz Leonhardt en bajo y Julien Schmidt en batería conforman esta perfecta máquina musical que es LACRIMOSA. Siempre hemos dicho que su fuerte se basa en un par de aspectos. Por un lado, la excelencia de las composiciones y el sentimiento único de TILO WOLFF al cantar, y por el otro la perfección sónica de estos increíbles músicos. En relación a la anterior oportunidad en que los vimos, los nuevos integrantes son Flyman y Schmidt. Y ambos demostraron estar con creces a la altura de la banda y de quienes los precedieron en sus instrumentos. Especialmente Julien Schmidt, un batero con una sorprendente personalidad y talento.

El combo interpretó un total de veintidós temas, contando la intro. De ellos, siete pertenecen al nuevo álbum "Revolution", que era al fin y al cabo lo que venían a presentar. Entre los títulos pertenecientes a este disco, nos encantaron "If the World Stood Still a Day" (una de las mejores de la noche, cantada por ANNE) y "Verloren" (Qué tema impresionante!). Después, el repertorio incluyó el recorrido habitual que suelen hacer por su prestigiosa discografía. Entre los mejores podemos nombrar a "Schakal" (inoxidable clásico!), "Not Every Pain Hurts", "Der Morgen Danach" (una de las más festejadas), "Stolzes Herz" (otro enorme himno) y "Lichtgestalt". Pero es tan sólo por citar algunos títulos, ya que el inalcanzable nivel de estos artistas logra que el show no decaiga nunca, en ningún momento, sea lo que sea lo que estén tocando.

El público se comportó fervorosamente en grado sumo, provocando la emoción y el nada disimulado entusiasmo de TILO y ANNE, quienes se manifestaron altamente conmovidos por la ardiente respuesta de la audiencia. El resto de los músicos, como siempre, permaneció en sus roles secundarios durante casi todo el concierto.

Se fueron y retornaron dos veces, transformando el recital en una verdadera fiesta entre amigos. Sólo que los amigos sumaban unas ochocientas almas. El punto negativo -el único, créannos- es que siguen cerrando sus conciertos con su composición más mediocre, aunque siempre ruidosamente solicitada por el público: la casi insoportable "Copycat", a esta altura una mancha en la inmaculada creatividad de TILO WOLFF. Pero es un detalle mínimo, sin importancia alguna.

LACRIMOSA pasó otra vez por Buenos Aires, creando nuevamente una mágica mancomunión con sus fans. Sólo ellos pueden lograr conmover con tal intensidad las fibras más íntimas de todos los melómanos que nos dimos cita en el Vórterix en esta noche de fin de abril. A esta altura, la corona se asienta cada vez más sobre sus cabezas, y cada vez nos volvemos más y más convencidos de que ofrecen el mejor espectáculo musical que podamos pedir. Pronto regreso, ANNE, TILO. E infinitas gracias por tanto arte y talento!

Y gracias también a toda la gente de la productora Icarus Music, por su permanente gentileza para con nosotros!

  • Lacrimosa Theme
    1. Ich bin der Brennende Komet
    2. Schakal
    3. Alleine zu Zweit
    4. Alles Lüge
    5. Not Every Pain Hurts
    6. Verloren
    7. Ohne Dich ist Alles Nichts
    8. Weil Du Hilfe brauchst
    9. Apart
    10. If the World Stood Still a Day
    11. Ich Verlasse Heut' Dein Herz
    12. Feuerzug
    13. Der Morgen Danach
    14. Irgendein Arsch ist immer unterwegs
    15. Liebesspiel / Fassade - 3. Satz
    16. Rote Sinfonie
    17. Revolution
      Bises:
    18. Durch Nacht und Flut
    19. Stolzes Herz
      Bises II:
    20. Lichtgestalt
      (Extended)
    21. Copycat

Comentario y videos: Javier Parente.
Fotos: Javier Parente e Iván Marchesani, para OXIDO.-

martes, 23 de abril de 2013

CRADLE OF FILTH en El Teatro Flores, 18 de abril de 2013


Me había quedado una muy buena impresión de estos ingleses en su primer visita al país allá por 2010, cuando tocaron en el mismo recinto que el jueves 18 de abril. Y ahora nuevamente los teníamos aquí para presentar su nueva obra: The Manticore and Other Horrors.

La últma banda soporte que tocó antes que ellos fue Alma Mater, un trío de Thrash/Death muy potente, aunque con un estilo absolutamente alejado del número principal, lo cual de por sí no es algo necesariamente negativo. Incluyeron un cover de Iron Maiden ("The Trooper"), dejando en claro cuales son sus raíces. Personalmente no los conocía y me dejaron una buena imagen.

A esta altura El Teatro lucía completo en un 50%, o quizás menos, y no iba a cambiar mucho la situación. Lamentablemente la catarata de shows (Accept, Symphony X, Down, My Dying Bride, Massacre, Carcass ¡todo en una semana!) sumadas a las próximas visitas de Black Sabbath, Iron Maiden y otros, hacen imposible al metalero promedio poder darse todos los gustos y asistir a todos los conciertos. Entonces era cantado que alguien iba sufir una concurrencia escasa, y esta vez le tocó a los oriundos de Suffolk. A eso se le debe sumar un presente discográfico no malo, pero digamos algo intrascendente. Lejos están de las épocas en que Dani Filth era tapa de todas las revistas y cada título editado era lanzado con bombos y platillos, y considerado disco del mes en cuanta publicación dedicada al Metal hubiera en todas partes del mundo. Ahora, cada disco nuevo de los CoF es sólo uno más. Con las entradas a los precios que ya sabemos, el resultado fue que sólo los más fieles seguidores se dieron cita en el local de Flores, algunos maquillados como sus ídolos.
♪ 
A eso de las 21:30, los vampiros, intro de por medio, tomaron lentamente el escenario, el cual de fondo mostraba un inexplicable telón del disco Bitter Suites to Succubi de 2001 (¿no tenían uno de la gira actual?). Como corresponde, Dani entró en último lugar. El sonido inicial fue un tanto caótico pero por suerte para el tercer tema se fue arreglando.
“Tragic Kingdom” fue el título elegido para la apertura, seguido de un clásico: "Funeral in Carpathia", del ya antológico Dusk and Her Embrace.

Así básicamente, mechando un sólo track del último CD (“For Your Vulgar Delectation”) con clásicos de todas sus épocas, se fue desarrollando el concierto de esta agrupación que hace rato que abandonó el mundo del Black Metal, pero del cual conservan algunos elementos como el "corpsepaint" o los blastbeats en algunos de sus temas. Eso es algo que rescato de ellos: no reniegan de su pasado ni tampoco viven exclusivamente atrapados en él. Rodeados de humo durante todo el concierto -a lo Venom-, y con un buen juego de luces, la banda volvió a demostrar que su atractivo -más allá de su imagen- se basa en el poder de las canciones de su ya extensa discografía. La respuesta del público fue de pogo (no tan salvaje como en otros conciertos, entre la gente había muchas chicas), sobre todo en los temas más gancheros como "Burn in a Burial Gown", "Cruelty Bought Thee Orchids" o "Summer Dying Fast".

Dani está en buen estado, aún conserva bastante bien su clásico "chillido vampírico", aunque lo dosifica bastante, manteniéndose cómodamente en tonos más graves. Si bien no derrocha carisma ni simpatía, tampoco es tan apático como lo suelen acusar. Simplemente se dedicó a presentar las composiciones y a dar las consabidas "muchas gracias". El sonido era aceptable, pudiéndose apreciar dentro de la pared de guitarras, la labor del teclado y también el juego de voces que hace Dani con la tecladista Lindsya Schoolcraft, quien canta las partes de voces femeninas que en los discos grabaran -entre otras- Sara Jezabel Deva o Liv Kristine (en el tema "Nymphetamine", del cual interpretaron su versión acortada, llamada "Nymphetamine Fix"). Justamente esta tecladista es un miembro fundamental del sonido de Cradle Of Filth, teniendo la doble tarea de cantar y tocar, ya que la política de la banda, a diferencia de por ejemplo Dimmu Borgir, es la de no usar pistas pregrabadas.

Un problema de audio surgió en "Her Ghost in the Fog", donde murieron las guitarras y el teclado, por lo que escuchamos una curiosa versión a bajo, batería y voz. Si bien lamento que los músicos no hayan parado, solucionado el asunto y retomado la canción, fue una buena oportunidad de escuchar la labor del bajista (al cual ni se le vio la cara durante el show), y seguir el tema exclusivamente gracias a las líneas de bajo (los bajistas en este tipo de música suelen ser los menos favorecidos en la mezcla).

Si bien sabemos que las bandas extremas no suelen dar conciertos extensos, el caso del recital del jueves 18, apenas si llegó a los ochenta minutos. Yo creo que no le hubiera venido mal media hora más de clásicos, habida cuenta de que esta banda con ya veinte años de trayectoria los tiene en grandes cantidades ("Thirteen Autumns and a Widow", "Dusk and Her Embrace", "Chthulhu Dawn", y más). De esta forma habríamos quedado todos satisfechos y no habríamos abandonado el recinto con esa sensación de gusto a poco...

Agradecimientos a Carla Piñeiro y a toda la gente de la productora 4G, por su constante gentileza!
♪   
1.    Intro
(Tiffauges)
1.    Tragic Kingdom
2.    Funeral in Carpathia
3.    For Your Vulgar Delectation
4.    A Dream of Wolves in the Snow
5.    Summer Dying Fast
6.    Lilith Immaculate
7.    Nymphetamine (Fix)
8.    Born in a Burial Gown
9.    The Forest Whispers My Name

               Bises
10.Intermission
(The Unveiling of O)
11. Cruelty Brought Thee Orchids
12.Her Ghost in the Fog
13 From the Cradle to Enslave


Comentario e imágenes por Santiago Bennasar, para OXIDO.-

jueves, 18 de abril de 2013

MY DYING BRIDE en The Roxy Live: Maestros del Doom


Viernes 12 de abril, ya promedia una semana a todo Metal en nuestro país: propuestas varias, para todos los gustos... el martes 9 Accept, el miércoles 10 Massacre, el jueves 11 Down por un lado, Symphony X por otro... y llegamos al viernes 12, donde miles de los que dicen amar la música oscura eligieron ir a ver a este señor Robert Smith (lo que queda de él, digamos), mientras que los que amamos al Heavy Metal por encima de cualquier otra cualidad musical optamos por concurrir al Roxy Live de Palermo, a presenciar el debut en Argentina del último de los componentes de la Tríada Sagrada del Doom Británico que faltaba visitarnos: los nativos de Hálifax, con más de veinte años de historia: MY DYING BRIDE.

A eso de las 19:30 ya rondábamos por las cercanías del antro de Palermo, a sabiendas de que la expectativa de público no era demasiada, motivada principalmente por lo antes expuesto. No obstante, al momento del inicio del show, minutos antes de las 21 hs., el aspecto del lugar se mostraba bastante aceptable.

No hubo grupos nacionales encargados de telonear, algo bastante fuera de lo común en estos tiempos que corren. La organización del espectáculo venía de la mano de la productora Volumen 4.

Decir Doom Metal, desde los inicios mismos del estilo, ha sido referirse a un grupo selecto de artistas, entre los cuales MY DYING BRIDE emergen como los más fieles representantes de un estilo tan peculiar cual el Doom es: oscuro, lentísimo, mortuorio, pesado, denso. Esas son sus aristas más salientes.
Formados en Hálifax, Inglaterra, allá por 1990, tan sólo dos integrantes originales continúan aún en el line up. Ellos son el sensacional vocalista Aaron Stainthorpe y el prestigioso violero Andrew Craighan. Junto a ellos hoy componen MY DYING BRIDE el guitarrista Hamish Hamilton Glencross, la bajista Lena Abé, el violinista y tecladista Shaun Macgowan y el baterista Dan Mullins. Estos seis músicos, juntos, nos han entregado uno de los mejores recitales de los cuales tengamos vivencias. Tan simple como eso.

El inicio del espectáculo vino de la mano -como era de esperarse- de "Kneel Till Doomsday", tema que da apertura a su más reciente placa, la decimosegunda de su historia, "A Map of All Our Failures". Y los presentes respondiendo como corresponde, a puro fervor. Es el público argentino, no olvidemos ese detalle. Al sencillo amparo escénico de una bandera con su nombre, seguidamente los músicos entregaron "Like Gods of the Sun", sumamente festejada. Luego "To Remain Tombless" y "From Darkest Skies".

MY DYING BRIDE sustenta su aura Doom en la pesadez de su sonido funerario, en su férreo porte sobre el escenario, y en las muy buenas composiciones. Musicalmente, su integrante más destacado (dentro de un todo muy parejo) es el cantante Aaron Stainthorpe, un delgado y altísimo personaje que encarna el dramatismo y la pasión que caracterizan a las canciones de MY DYING BRIDE. Stainthorpe puede cantar indistintamente con voz limpia o gutural, el resultado será el mismo: una garantía de calidad emana de sus cuerdas vocales, y en su atormentada personalidad descansa el corazón de la banda. Elegante y sobrio, sin dudas su rol es fundamental.

A sus laterales, ambos guitarristas, el fundador Andrew Craighan y Hamish Hamilton Glencross, alternan sus trabajos para dividirlos entre esos riffs que recuerdan mortajas, y los solos que arrojan algo de luz entre tanta oscuridad. La labor de ambos es bien pareja, desparramando suficiencia y clase.

La base, compuesta por la enigmática Lena Abé -dueña de una imponente presencia sobre el tablado-, y el batero Dan Mullins, aporta todo ese sustento que el buen Doom necesita. Y el Doom de MY DYING BRIDE no es simplemente bueno, sino el mejor. Lena se transforma en un motor allí en medio de las tablas, pulsando hipnóticamente sus cinco cuerdas; y allí, en un costado, el joven Shaun Macgowan se va encargando, según la pieza en cuestión, del violín o los teclados, alternativamente. El es responsable en buena medida de los climas que la música de estos ingleses genera.

Y así se suceden la aclamada "Turn Loose the Swans", "My Body, a Funeral", "Wreckage of my Flesh", "She is the dark", la preciosa "The Poorest Waltz" (a nuestro gusto, la mejor de la velada), "The Cry of Mankind" (muy esperada por los presentes), "Like a Perpetual Funeral", "The Dreadful Hours", "Bring me Victory", para ir llegando al cierre -intenso, con fuerte participación de los fanáticos- con "The Raven and the Rose" y el final definitivo con "The Forever People". Concierto terminado, agradecimientos sobrios por parte de los músicos y rápida bajada del telón, pese a los insistentes reclamos de algunos para que tocaran "For You" (de su disco "Like Gods of the Sun" del 96', por lejos la más pedida), cosa que finalmente no hicieron.

Luego de un rato de espera, pudimos acceder a tomar contacto con los artistas, quienes muy amablemente se prestaron a dialogar y tomarse algunas fotografías, echando por tierra su imagen de parcos y melancólicos: demostraron ser gente extremadamente amable y respetuosa con sus seguidores. Otro gran punto a favor.

Resumiendo: Pura magia en esta noche de viernes en Palermo. El viejo barrio porteño cobijó durante un par de horas a la mismísima escencia del Doom inglés. Ni nuestras mentes ni nuestros corazones olvidarán nunca este instante de nuestras existencias. Lástima por aquellos que eligieron otros rumbos esa noche.

Mil gracias a Diego Perri y Ariel Vigo, gestores de una excelente organización a cargo de la productora Volumen 4.



Crónica, imágenes y videos por Javier Parente, para OXIDO.-
  

miércoles, 17 de abril de 2013

CARCASS en El Teatro Flores, 13 de abril de 2013


El lugar para la ocasión (El Teatro Flores) abrió sus puertas pasadas las 19 hs., para que media hora más tarde se presentaran los créditos locales: Exterminio, banda pionera en el género Death Metal por estas tierras.
Tras media hora de show, llegaría el turno de la segunda agrupación invitada, procedente de Estados Unidos, más precisamente del estado de California: Día de los Muertos.
Este combo formado en 2005, comenzó siendo un proyecto en el que participaron (y participan) miembros de distintas bandas de diferentes lugares. Por ejemplo, Andrés Giménez (ex A.N.I.M.A.L / actual D-Mente) ha prestado sus voces a la causa. La formación que esta girando por este lado del mundo y que estuvo aquí son: Rosa Arias (vocalista), Andrés Jaramillo y Ray Mitchell (guitarras), Alejandro Corredor (bajo) y Alfonso Pinzón (batería).
Casi 45 minutos de Thrash-Death intenso, con una front-woman muy interesante. Los californianos lograron hacer muy amena la espera, para los que por primera vez (como en mi caso) y por segunda vez (recordemos que su primera visita fue en el 2008) querían ver a una de las bandas más importantes, innovadoras e influyentes de la escena extrema mundial: CARCASS, los caníbales de Liverpool.
En Londres, el 26 de marzo de 2013, CARCASS con su nueva alineación comenzaría un renovado ciclo de presentaciones. Los ya conocidos Jeff Walker (bajo y voz) y Bill Steer (guitarra), incorporaron a Ben Ash (ex- Desolation, ex- Liquefied Skeleton) en la otra guitarra y a Daniel Wilding (quien pasó por Aborted, Heaven Shall Burn y Trigger The Bloodshed) en la batería.
CARCASS se formó originalmente en 1985 por el cantante / guitarrista Bill Steer y el baterista Ken Owen. En 1987, el cantante / bajista Jeff Walker se incorporaría a la propuesta. En la actualidad, están trabajando en la producción de lo que será su sexta placa de estudio en su larga historia, la cual se titulará Surgical Steel.
Regresemos a lo acontecido esa noche.
Pasados diez minutos de las 21 hs., el cuarteto aparecía en las tablas.
Los primeros acordes del bajo de Walker hicieron temblar El Teatro y seria “Buried Dreams’’ el título elegido para abrir. Sin respiro llegaría ”Incarnated Solvent Abuse’’.
Comenzaría una sucesión de títulos enmarcados en un sonido crudo e intenso, con riffs pesados, en medio de un clima Death-Grind-Gore, y de recuerdos de cuerpos mutilados, enfermedades y demas miserias humanas.
En cuanto a las canciones elegidas para la noche, hurgaron en toda su discografía. Hubo títulos de Reek of Putrefaction (1988), de Necroticism: Descanting the Insalubrious (1991), de Heartwork (1993), y en menor medida de Symphonies of Sickness (1989). Sólo uno de Swansong (1996).
Diez puntos el sonido. No, no exagero. Claro, intenso, con crudeza por momentos y sin nada que objetar. Cuando escuche “Keep on Rotting in the Free World” pense que alguien habia puesto a oir el cd ‘’Swansong’’.
Para hablar de la agrupación en cuanto a sus integrantes, deberíamos dividirlos en dos partes: los viejos, y los nuevos. En cuanto a estos últimos, desempeñan perfectamente su rol, tanto Ash, acompañando a Steer (se reparten equitativamente el trabajo), como Wilding, tras los parches.
Es de destacar como puso la batería a la altura de las circunstancias.
En cuanto a los viejos, Walker es portador de una gran presencia en el escenario y su voz, no solo que se conserva muy bien, sino que también le pone uno de los aderezos que hace diferente el sonido de CARCASS.
Que decir de Steer, o del sonido de su guitarra. Una muralla de riffs. Una marca registrada, y quizás esas cuerdas son la génesis del sonido extremo.
Reek of Putrefaction’’, “Genital Grinder’’, “Death Certificate”, “Ruptured in Purulence’’, entre muchos otros. Después de ‘’Heartwork’’, el final llegaría con ‘’Rot and roll’’.
Una muy buena asistencia de publico, el cual parece haberse ido mas que conforme.
Una segunda visita que abre la puerta a una tercera y quizás mas.
Para resumir lo visto en esta performance, imagínense un boxeador. Uno bueno. El que mas les guste. Piensen que ese boxeador les propaga un terrible gancho cuando ustedes están despertando. Eso es ver un show de CARCASS.
T R E M EN DO!!!
Muchas gracias a Ariel Vigo y a Diego Perri, de la productora Volumen 4, por su gran gentileza para con nosotros!
Comentario e imágenes: Iván Marchesani, para OXIDO.-
 SET LIST
Buried Dreams
Incarnated Solvent Abuse
Carnal Forge
No Love Lost
Carneous Cacoffiny
Lavaging Expectorate of Lysergide Composition
Symposium of Sickness
Pedigree Butchery
Edge of Darkness / This Mortal Coil
Reek of Putrefaction
Keep on Rotting in the Free World
Genital Grinder
Pyosisified (Rotten to the Gore)
Death Certificate
Exhume to Consume
Corporal Jigsore Quandary
Forensic Clinicism : The Sanguine Article
Inpropagation Necroticism
Ruptured in Purulence
Heartwork
Rot 'n' Roll

lunes, 15 de abril de 2013

SYMPHONY X en Teatro Vórterix: Las divinas alas de la música


SYMPHONY X
11/04/2013 Teatro Vorterix
LAS DIVINAS ALAS DE LA MÚSICA

Nueva visita de los comandados por Michael Romeo a la Argentina, esta vez presentando el CD doble Iconoclast. Ya con chapa de "locales", no les fue demasiado difícil llenar el local de Colegiales.

Vayamos primero a los grupos soportes.
Los primeros fueron los ascendentes Arpeghy, quienes practican un hard rock/heavy metal neoclásico con gran influencia de Rata Blanca. Hicieron un cover de Yngwie Malsmteen: "You Don´t Remeber I´ll Never Forget" y temas propios como "Guerrero del Sol".

Los que le siguieron fueron Helker, banda de gran trayectoria en la escena nacional, quienes hace un tiempo vienen destacándose más, quizá por el hecho de contar ahora con ese gran vocalista que es Diego Valdez (y no voy a nombrar en todas las bandas que cantó). Con un sonido algo apagado al principio (las guitarras no se escuchaban), después fue corregido para lograr un set de gran contundencia.

Apenas unos minutos después de las 21, los de New Jersey subieron al escenario abriendo con el tema que da nombre a su último CD. Para quienes aún no los conocen, ellos son Michael Romeo en guitarra, Russell Allen en voz, Michael Lepond en bajo, Michael Pinella en teclados, y John Macaluso (Riot, ARK, Yngwie, etc.) en batería -en reemplazo de Jason Rullo-, quien por bastante tiempo se encontrará fuera de la banda por razones de salud.

El poder que emana el grupo es realmente demoledor. Para quienes crean que el Metal progresivo son sólo temas complejos sin fuerza, los invito a escuchar a Symphony X. El público, de un promedio de edad algo menor que dos días antes con Accept, armó unos pogos salvajes, los cuales divirtieron al cantante Russell Allen, quien los incitaba constantemente, aunque haciendo la advertencia de que no se lastime nadie.
Este vocalista, uno de los mejores de la actualidad (no por nada lo llaman de numerosos lados), que tiene mucho del gran Ronnie James Dio, posee un amplio registro y una versatilidad asombrosa, cantando suave en las baladas como "When All is Lost" (dedicada a Jason, esperando su pronta recuperación), o bien agresivo como en "Inferno (Unleash The Fire)". Simpático y carismático, logró hacer mutar el cantito de "¡Symphony Symphony!" de la gente en  "¡Symphony X, Symphony X!".

Los dos Michaels, el tecladista Michael Pinella y el bajista Michael Lepond, tienen un virtuosismo prodigioso, pero lo suyo no se limita a tocar mil notas por minuto de manera estéril, sino que le imprimen a los temas el balance perfecto entre fuerza y melodía. John Macaluso, por supuesto cumplió con su tarea de manera más que eficiente. 
De Michael Romeo no hay mucho más que agregar a lo que usualmente se dice. El alma de Symphony X simplemente te lleva puesto con el poder de su guitarra.

Con un muy buen sonido, la lista de temas se centró esperablemente en su última producción, aunque no olvidaron su gran legado. Sonaron entre otros, clásicos como "Of Sins and Shadows" -presentado como "Of Sins and Fucking Shadows" por Russell- y "Smoke and Mirrors", tema en el cual se armó un pogo bestial, y que es quizá mi preferido; y creo que el primero que escuché en mi vida de estos tipos, hace ya quince años. Justamente me resulta irónico que una banda como ésta, que ya lleva casi veinte años en la ruta, es considerada por muchos una agrupación "nueva", "de la nueva camada", etc..

Uno de los puntos a favor de estos norteamericanos es que a contramano de la tendencia actual, no usan pistas, salvo en un mínimo fragmento de "Of Sins And Sadows". Por otro lado, al menos en Argentina, no las necesitan, el público canta los estribillos con toda su fuerza y se produce esa sensación de "llenado", cuya falta a muchos preocupa y por ello recurren (innecesariamente) a las pistas. En ese sentido siempre tomé como ejemplo a Queen, grupo que en estudio sobregrababa cientos de voces e instrumentos. En vivo simplemente tocaban y cantaban lo que podían, y si bien los temas muchas veces diferían a sus versiones en estudio, era ésa justamente la prueba de que todo era en vivo, y a nadie parecía preocuparle. Symphony X sigue -por suerte- ese mismo camino.

Así que parecía que la noche iba a ser perfecta, pero no. Súbitamente los acordes de la "Marcha Imperiar" (Sí, la que suena en "La Guerra de las Galaxias" cada vez que Darth Vader entra en escena) nos indicaban que luego de unos noventa minutos, el show llegaba a su fin.
No puedo dejar de mencionar este tema, y sé que alguno puede argumentar que "cantidad no es calidad" o que "lo bueno si breve, dos veces bueno". Pero realmente para artistas del calibre de Symphony X -y teniendo en cuenta el precio de las entradas-, noventa minutos de show me suenan a poco. Más teniendo en cuenta que no son gente tan grande de edad. Rob Halford, Ian Anderson, Biff Byford, los Scorpions y muchos otros han pasado los sesenta años y brindan shows de dos horas. Sin ir más lejos, al día siguiente de que tocara Symphony X, The Cure (grupo que particularmente no me gusta, pero la pongo sólo como ejemplo) realizó un recital en la cancha de River tocando por más de tres horas, donde interpretaron ¡cuarenta temas!
No le exijo tanto a Symphony (ni a tantos otros) pero me parece que lo mínimo que debería tocar una banda principal son dos horas.
Más allá de este punto, Symphony X sigue siendo un poderoso ensamble cuya descarga de puro Metal no puede dejar a nadie impasible.

Agradecimientos a los señores Ariel Vigo y Diego Perri, de la productora Volumen 4, por su enorme gentileza para con nuestro espacio.
♪ 
Lista de temas:
Iconoclast
The End of Innocence
Dehumanized
Sea of Lies
Evolution (The Grand Design)
Children of a Faceless God
When All is Lost
Inferno (Unleash the Fire)
Smoke and Mirrors
Of Sins and Shadows
Bis:
Eve of Seduction
Serpent's Kiss
Set the World on Fire (The Lie of Lies)

Comentario e imágenes: Santiago Bennasar, para OXIDO.-

ACCEPT en Teatro Vórterix: Poder teutón!


ACCEPT
Teatro Vorterix
09/04/2013
PODER TEUTÓN

El caso de Accept es uno de los poquísimos en el cual una banda cambia su cantante emblemático y sin embargo sigue teniendo una gran aceptación de parte de los seguidores. Si nos retrotraemos a los casos de los últimos, digamos, veinte años, las agrupaciones que cambiaron su vocalista nunca pudieron llegar a los niveles de trascendencia anteriores (Maiden con Blaze, Judas con Ripper, Mötley con John Corabi, Nightwish con Anette, Sepultura con Derrick Green, y siguen los ejemplos). Si queremos encontrar casos realmente exitosos mi memoria me lleva hasta 1980, donde Black Sabbath cambió a Ozzy por Dio y AC/DC al fallecido Bon Scott por Brian Johnson. Esta pequeña introducción sirve para explicar porqué el martes 9 de abril el teatro Vorterix se llenó de gente de todas las edades que fue a presenciar la cuarta venida de los alemanes, quienes pisaron nuestro país por primera vez hace ya veinte años.
Llegué a tiempo para ver el show de Ícaro, una banda ya acostumbrada a telonear grupos internacionales. Sólidos y profesionales, están presentándose con nuevo cantante y se llevaron los mercidos aplausos de los presentes.
A eso de las 21:30 los teutones tomaron por asalto el escenario del Vorterix al son de "Hung Drawn And Quartered" seguido de "Hellfire", dos temas de su última producción Stalingrad, los cuales fueron recibidos como si se trataran de viejos clásicos. Y creo que ahí está el gran secreto del éxito de esta etapa de Accept. Los nuevos temas nada tienen que envidiar a los viejos. Podrían haber sido compuestos en la década del ´80 e incluidos en aquellos legendarios discos.
A esto debemos sumarle un cantante como Mike Tornillo, que si bien recuerda en mucho al pequeño gran Udo, le imprime a las canciones un toque personal. Carismático pero poco hablador, se metió a la gente en el bolsillo desde el primer momento. No hubo discursos, anécdotas, ni prácticamente nada, salvo los obligados "muchas gracias" y "buenas noches". El show se desarrolló de una forma casi frenética, prácticamente sin pausas entre tema y tema, "palo y a la bolsa". Los músicos se movían de aquí para allá agitando sus instrumentos y ejecutando las viejas coreografías como se ven en los entrañables videos de los años ´80.
El sonido era de una nitidez asombrosa, parecía un CD. La guitarra del virtuoso Wolf Hoffmann se complementaba perfectamente con la de Hermann Frank, quien se mantuvo discretamente en un segundo plano durante casi todo el concierto. La gran revelación (o no, para quienes ya habían presenciado alguna vez en vivo a Accept) fue Peter Baltes, quizá el bajista más subestimado de la historia del Metal. Sólo hay que observar lo que este hombre hace con su instrumento, por ejemplo en "Princess Of The Dawn" o "Teutonic Terror" para darse cuenta de que el bajo no es simplemente un instrumento de acompañamiento. Por su parte Stefan Schwartzmann, un baterista de gran trayectoria en el Metal alemán, hizo lo suyo con gran firmeza, manteniendo el ritmo incansablemente en los temas a medio tiempo, y dándole todo el poder a las piezas aceleradas. Su batería me recordaba a la de Chris Slade, el pelado que supo tener AC/DC, ya que tenía dos "chanchas" armadas a los costados, en posición elevada.
La lista de temas no podría haber sido mejor, no sólo presentaron material de su actual etapa, sino que más allá de los obvios e ineludibles clásicos ("Balls to the Wall", "Princess of the Dawn", etc) buscaron en su discografía alguna de esas joyas perdidas que uno piensa que nunca más van a tocar en vivo, como "Bulletproof", "Monsteman" o "Aiming High".

De más está decir que el público cantó todos y cada uno de los temas. Por supuesto que la banda es una de las que tiene los estribillos más coreables del Metal. Ya sea "Breaker", "Stalingrad", "Metal Heart", la respuesta siempre fue puño en alto, de pogo y cabezas agitadas.
El momento humorístico se vivió con "Fast As a Shark", donde el combo utilizó como intro la vieja polka que abría el disco y anticipaba dicho tema. La gente empezo a cantar esa graciosa melodía e incluso algunos improvisaron un extraño baile, hasta que la púa rayando el disco (los que saben entienden de lo que hablo) y el grito de Mike los devolvió a la realidad.
Finalmente el riff de "Balls To The Wall", quizá el más poderoso del mundo, nos indicaba que el concierto estaba llegando a su fin, luego de dos intensas horas de puro Heavy Metal.
Realmente una de las visitas del año la de esta legendaria agrupación alemana que hace un tiempo decidió volver al ruedo y esperemos que sea por muchos años mas.
Agradecimientos a Marcela Scorca y toda la gente de Icarus Music, por su eterna gentileza!

Comentario y fotos: Santiago Bennasar, para OXIDO.-

Lista de temas
Hung, Drawn and Quartered
Hellfire
Restless and Wild
Losers and Winners
Stalingrad
Breaker
Bucket Full of Hate
Monsterman
Shadow Soldiers
Neon Nights
Bulletproof
Aiming High
Princess of the Dawn
Up to the Limit
No Shelter
Pandemic
Fast as a Shark
Bises:
Metal Heart
Teutonic Terror
Balls to the Wall