miércoles, 24 de agosto de 2011

TESTAMENT en El Teatro Flores, 18/8/2011

La banda que alguna vez peleó por el titulo de campeón de los pesos pesados de la Bay Area otra vez en nuestro país. Un acontecimiento que moviliza legiones de fervientes seguidores de todas partes no puede pasar inadvertida y allí nos dirigimos para ver lo que sería la segunda de las dos noches del show de Testament en el Teatro del Flores.

Pero a pesar de que qiuero escribir una buena reseña, describiendo cada moviemiento de Chuck Billy, cada nota de Skolnick y Peterson y la presición de...mmm ¿Bostaph?. Ya empezamos mal. Paul Bostaph no vino en la gira sudamericana debido a una delicada lesión. En su lugar pusieron a Jon Allen, viejo compañero de Peterson en Dragonlord, para que les salve las papas. 
Como decía, quisiera escribir sobre lo demoledor de su show y de la euforia que causa esta banda en el público argento, (que no al pedo colmaron el Teatro, no una sino DOS veces) pero tengo que remarcar un punto en contra bastante molesto: el mal sonido.

Pero primero lo primero, jueves muy complicado para llegar a horario, por lo que solo pudimos ver los últimos temas de Serpentor uno de los créditos locales de la segunda velada thrashera de la semana. Cita obligada para una banda que toma como referente principal al combo de Chuck Billy, se fueron muy aplaudidos por su hinchada e incondicionales, que, alrededor de las 20:30 ya reventaban el lugar.

Había comentarios muy negativos en cuanto al sonido de Testament la noche anterior, sin embargo uno nuca pierde las esperanzas que todo defecto se solucione, pero ya ir pensando que en que hay una posibilidad que se escuche feo te condiciona un poco las espectativas. Pero cerca de las 21:30 cuando comienza a sonar la intro de "For the glory" uno se olvida de ese tipo de especulaciones. Primera vez que este cronista se saca las ganas de ver a Testament en vivo, y ningún sonido choto me va a sacar la emoción de ver en persona al "indio" Chuck Billy, uno de los tipos con mas huevos del Universo.

"More than Meets the Eye" abre el fuego. Mismo setlist que la noche del miércoles, la misma potencia, la misma euforia del público y...el mismo sonido. No quiero parecer como el comercial de Bobby Flores "obsesionado por el sonido", pero la verdad es que resta bastante, desluce una buena actuación y mancha una noche que podría haber sido perfecta.

Si no cuento mal (y si me equivoco háganmelo saber) esta sería la cuarta presentación en el país de Testament, ahora presentando su nuevo disco "The Formation of Damnation" y revisionando viejas glorias. Con un setlist que no defraudó, rescataron temas de casi todas sus placas. Un momento de muy alta intensidad fue cuando presentaron el tema del cual "filmamos nuestro primer video clip" comentó Chuck, luego "Over the Wall" nos volaba la peluca violentamente, el solo de Alex Skolnick de ese tema no tiene fecha de vencimiento.
"The New Order", "Into the Pit", "The Preacher", "Practice What You Preach", "Souls of Black", canciones que encienden la llama de la pasión más primitiva e invitan a la brutal danza del pogo sin compasión ni miramientos.
Pero la nube negra del sonido estuvo siempre allì, e hizo que los solos de Peterson se escucharan como si estuviera tocando con una guitarra de juguete, el inmenso Skolnick dentro de todo la sacó barata y se puso la banda al hombro. Chuck Billy abusó un poco del delay y sumó, quizás, su granito de arena para que la bola de ruido se haga más grande. La base Christian / Allen no se destacó precisamente por su entendimiento y al que fuera, en su momento, baterista de Sadus, se lo vio dubitativo en algunos momentos. Ignoro si hubo problemas de retorno también en el escenario.
Rescatamos, en todo caso, las canciones, tocadas a tientas pero con pelotas. "D.N.R. (Do Not Resuscitate)" y "3 Days of Darkness" dieron paso, luego de un brevísimo intermedio, a los bises con "Alone in the Dark" (con el coro aullado por todo el lugar) y cerrando definitivamente con "Disciples of the Watch". Más clásicos, imposible.

Testament en el Teatro, año 2011, un show que dividirá las aguas: para los que fuimos a ver por primera vez una de las leyendas vivientes del Thrash, el show cumplió; para los que ya han visto a la banda en otras oportunidades seguramente será uno de los concierto más flojos de los de la Bay Area; y para los puristas seguramente este show habrá dejado un mal sabor de boca y se estarán quejando amargamente de haber pagado una entrada (que cada vez son más onerosas) y no haber salido del todo satisfecho.

Esto fue Testament en el Teatro, un concierto que tuvo de todo: testosterona, aguante, buenísimas canciones, puteadas por lo bajo al sonidista y la sensación de que todo pudo haber sonado muchísimo mejor. No se si estoy contento o decepcionado. Puede que las dos.

Setlist:

More Than Meets the Eye 
The New Order 
The Preacher 
Practice What You Preach 
Over the Wall 
Electric Crown 
Into the Pit 
Souls of Black 
The Legacy 
Burnt Offerings 
D.N.R. (Do Not Resuscitate) 
3 Days in Darkness 

Encore:
Alone in the Dark 
Disciples of the Watch

Comentarios y fotos: Alien, para OXIDO.-

domingo, 14 de agosto de 2011

DEVILDRIVER en El Teatro Flores, 10/8/2011



Fue en el año 2007 cuando casi por accidente escuché una placa que llevaba por título “The Last Kind Words”, De inmediato encontré, con sucesivas e interminables escuchas, los mil y un arreglos y detalles que en su conjunto daban identidad a uno de los mejores discos de ese año. Este hallazgo obligó indefectiblemente a indagar en la discografía de una banda que llevaba por nombre DEVILDRIVER. Ya con referencias más claras, encontré una segunda joya discográfica de su autoría, llamada “The Fury Of Our Maker's Hand”, del año 2005. Se hacía necesario escuchar algo nuevo, y fue así que en el año 2009 se editó “Pray For Villains”, concluyendo de esta manera una excelente trilogía. Con la edición de su última placa hasta la fecha, “Beat”, la agrupación deja las primeras dudas con miras a un  futuro próximo. 

Enrolados en una mezcla de Groove y Death Metal, sus fuertes son: la labor en el plano vocal de Dez Fafara (muy conocido por su rol al frente de Coal Chamber) y el trabajo de los guitarristas Jeff Kendrick y Mike Spreitzer. Este trío marca la diferencia y es el que imprime a su música la marca registrada de brutalidad, amalgamada con originales melodías, perfectamente entendibles y asimilables para cualquier oyente. Nadie lo permitiese, pero si en el directo cualquiera de estos músicos mermara su rendimiento, no participara, o se diera la combinación de ambas, este delicado equilibrio se rompería, atentando contra la esencia misma de la propuesta musical de DEVILDRIVER. Adelantándonos en la crónica, por desgracia esto último fue lo que vimos y vivimos el pasado miércoles.  

Luego de esta breve introducción, y siguiendo un orden cronológico de los acontecimientos, es el turno de dar revista sobre la actuación de las bandas invitadas.      

A las 19:45 hs. Coalission sube al escenario acaparando por un instante la atención de gran parte del público gracias al maquillaje y a su particular vestuario. El calificativo “particular”  se hace extensivo al plano musical. Según sus palabras, incursionan en el Trash Metal, Death Metal y en el Black Metal. Poco beneficiados en las perillas, la agrupación logró una respaldo -parcial- del público con la ejecución del tema “Seek and Destroy” de Metallica, que por otra parte sonó un tanto desajustado. Redondeando una actuación discreta, el cuarteto llevó adelante un set de media hora cerrando con “Alienado”, de su propia autoría.
                                    
A las 20:30 hace su presentación Víctima. Oriundos de la provincia de La Rioja, se mostraban a priori como una verdadera incógnita ante un público que ganaba en cantidad y ansiedad. Temas como “Naturaleza Virtual” o “No tan Distinto pegaron fuerte en los espectadores,  quienes vitorearon la ejecución de “Territory” de Sepultura. Ya con los músicos y el público en perfecta comunión, y tras una excelente actuación de treinta minutos, cerraron con “Venganza Tribal”Jugando con la más fea, el trío supo imponer su interesante propuesta, aprobada con creces por todo el público presente a través de un aplauso cerrado y generalizado.   

Y ahora si, finalmente siendo las 21:20 hs. aparece el quint… perdón, el cuarteto?!?! estadounidense. El ausente era Mike Spreitzer. Chequeando con posterioridad la página oficial encontramos un aviso, en el se informa que el guitarrista había sido internado, encontrándose ya fuera del hospital pero (por causas que no se aclaran) se perdería la gira sudamericana. Iniciando con End Of The Line y siguiendo con Hold Back the Day”, los problemas de sonido eran evidentes, aunque muchos conservábamos la esperanza de que todo fuera una cuestión del sonidista, quien seguramente encontraría la solución en breve. 
Con el transcurso del evento, más de uno se percató de que el inconveniente estaba más allá de un micrófono en corto o manejar sabiamente una consola. Quedaba en evidenciaba que con la guitarra de Jeff Kendrick no alcanzaba a cubrir los requerimientos mínimos para que DEVILDRIVER sonara como lo que es: una aplanadora. 

Toda la vida soñé con escuchar "Clouds Over California" en vivo y que me partiera la cabeza; en su lugar, parte del punteo épico fue coreado por la gente, ya que el músico encargado de ejecutarlo no estaba! Para completar, el gruñido típico de Fafara fue cediendo terreno a su voz limpia! La suerte estaba echada: DEVILDRIVER no sería esa noche la banda que todos esperábamos que volara el techo del Teatro Flores. Lejos, muy lejos de eso. 

Temas como Impending Disaster”, “Not All Who Wander Are Lost y “Head On To Heartache”, verdaderos himnos todos ellos, no alcanzaron para remontar lo que nunca pudo despegar. La gente brindó apoyo a los músicos de manera incondicional en todo momento, cosa que Dez agradeció a través de reverencias en varias oportunidades. Para las 22:25, Meet the Wretched ofició de bis final.

Al abandonar el local -desconcertado por lo que había presenciado-, atiné a escuchar por vez enésima “The Fury Of Our Maker's Hand”, con la esperanza de encontrar alguna explicación ante semejante chasco. Luego de recorrer diversos foros y páginas, alguien tiró una idea, por lo menos digna de ser reproducida en esta crónica: DEVILDRIVER compone de acuerdo a sus dos guitarras; si una de ellas falta, se pierde mucho más que la ausencia del instrumento. Quizás éste sea un motivo de peso suficiente para explicar este pobre desempeño.

No será ni el primer ni el último recital con problemas de esta índole. Pero la molestia se vuelve más incómoda cuando hablamos de bandas que juegan en primera.


Muchas gracias a Lucía Chiarenza y a la productora 4G por su constante gentileza.


Comentó: José María Aicardo, para OXIDO.- 

sábado, 13 de agosto de 2011

SYMFONIA en Groove, 11/8/2011




Tarea difícil la de esta reseña. Cómo abordar un comentario de una banda que no me provoca absolutamente nada? Soy el único que piensa que esto es solamente una interesante lista de nombres y nada más? SYMFONIA es mucho ruido y pocas nueces?

Vamos por partes. Aún sin estar muy empapado con las novedades del Power Metal se sabe muy bien quienes conforman SYMFONIA: Timo Tolkki y Jari Kainulainen, ambos ex Stratovarius; Mikko Härkin -tecladista de Sonata Arctica-; Uli Kusch de Helloween (aunque ya no forma parte de la pandilla) y el gran André Matos, ex Angra / Shamaan. Sin dudas un line-up de lujo.

Sin embargo SYMFONIA no está exenta de “la maldición de los supergrupos”, donde los resultados de la unión son inferiores a las expectativas que se tiene escuchando los nombres que conforman el proyecto. El fruto de esta unión, plasmado en su disco debut “In Paradisum”, resulta tan genérico como falto de sorpresa. “Y qué esperaban que hicieran? Death Metal??” replicará alguno, y ciertamente tendrá algo de razón. Sin embargo, algo no termina de cuajar con este nuevo material, es como si este disco se hubiera grabado en piloto automático.

Pero la cosa cambia cuando defienden dicho material en directo, y esto lo pudimos apreciar el jueves 11 de agosto en el palermitano reducto de Groove. Había mucha expectativa por ver a esta banda tocando por primera vez en Buenos Aires y esto se notó con una nutrida concurrencia.

Resist, Avgvrio y Magnos fueron los invitados a la fiesta. Contando con un pésimo sonido los primeros y con uno decente los últimos (aunque hubo problemas con las voces de Javier Barrozo en alguna que otra canción). Magnos ofreció un excelente show, con mucho Power y una actitud aguerrida. Barrozo sigue siendo uno de los mejores cantantes dentro del estilo que he conocido, y mantiene ese status con dignidad. Tocaron varios temas de su segundo disco, y cerraron con una seguidilla de su primera placa. Muy bueno lo de Magnos
Previamente Avgvrio demostró lo suyo con garra y pasión, pero el sonido atentó un poco contra sus buenas intenciones; sin embargo se ganaron el respeto de la gente que siguió con detenimiento su performance. De Resist (la primer banda) lamentablemente no podemos decir nada, salvo que cerraron su set con un cover del gran Ronnie James y sonaban bastante bien.

De SYMFONIA hay mucha tela para cortar. Pues cortemos…

En primer lugar, y luego de una hora de una tediosa espera después de los soportes, comienza a sonar lo que interpreté como la intro del show (música clásica, no se qué pieza exactamente, pero seguramente alguna sinfonía “hit” del siglo XVIII, perdonen mi ignorancia), la gente se apretujaba contra las vallas y comenzaron a sacar sus celulares para registrar el momento. Lo que parecía una intro se convirtió en tema de apertura, y luego en… no puedo definirlo. Casi diez minutos (!) de una pieza clásica con sus allegros y sus andantes, hicieron bostezar a más de uno, mientras tanto sobre el escenario lo único que había era un técnico de batería que iba y volvía.

Luego de la interminable presentación, por fin, suben los músicos al tablado y estalló la ovación. “Come by the Hills” es la canción que usan para abrir esta gira sudamericana, luego le pegarían “Forevermore”, también de su placa debut.

Si bien surgieron problemas en la voz de André en algún tema, y -para mi gusto- la guitarra de Tolkki sonó un poco sucia, en líneas generales se escuchó todo correctamente.

En cuanto al show… impecable, no hay otro calificativo. Variado, mostrando virtuosismo cuando había que mostrarlo y presentando a un André Matos en su mejor momento. Lo que canta este muchacho es cosa seria, no arruga ante ninguna nota y se lo nota holgado de oxígeno en todo momento.

Matos y el resto del grupo” se puede titular a este comentario, ya que el brazuca se comió el escenario, repartió simpatía y sonrisas para todos lados, hizo suspirar a toda la audiencia femenina, no paró de hablar (en un excelente castellano), se animó a tirar algún chiste y hasta arriesgo a decir que opacó en algún punto al tímido Tolkki. Era tanta la locuacidad del carioca que por momentos dejó en un segundo plano al resto de los músicos, que quedaron afuera de esa comunión con el público por la infranqueable barrera idiomática (en otras palabras, ninguno de sus colegas entendía un pomo de lo que Matos decía).

Musicalmente el resto de la agrupación cumple. Kainulainen es un tipo interesante para apreciar sobre el escenario, con sus oxford de cuero se paseó por todos los recovecos del tablado. Ya era sabido que Uli Kusch abandonó oficialmente la banda hace poco tiempo por problemas de salud y su lugar lo ocupa el también alemán, Alex Landerburg. El ex At Vance, si bien es un baterista competente, no tiene el peso de Uli dentro de la banda, además se notó que no era su noche más brillante. Härkin, por su parte, me hizo extrañar la locura de Jens Johansson.

Una performance de dos horas fue lo que brindó SYMFONIA en Groove. Cómo hicieron con solo un disco en las bateas? Claramente recurriendo a covers. Y ya en el tercer tema destaparon el primero: “4th Reich” de Stratovarius. Coreada por pocos y desilusionando a varios que esperaban alguna más conocida. Luego de “Rhapsody in Black”, llegó la hora del primer solo de la noche: el de teclado. Mikko Härkin no es santo de mi devoción ni mucho menos, pero cumplió con lo suyo con soltura. “Santiago” explotó desde los parlantes y Groove vibró por un momento. Luego otra vez un cover: esta vez del proyecto de Tolkki, Revolution Renaissance, de allí eligieron “Last Night on Earth”.

El siguiente tema fue presentado por Matos con mucho orgullo: “un tema que nunca fue tocado en vivo”, y comienzan los acordes de “Lasting Child” de Angra. Una verdadera sorpresa.

Llegaría el turno de esa suerte de jugueteo/duelo/dueto de guitarra y teclado, un momento muy distendido y agradable en donde Tolkki, además, se despachó con “El Himno de la Alegria” de Ludwig Van, y le pegó el “Hava Nagila”, que fue coreado a rabiar. Pero todo desembocó en otro cover de Stratovarius, la instrumental “Stratosphere”, uno de los grandes momentos del evento.

Con la electroacústica sobre su pierna izquierda, Tolkki escuchaba entre emocionado y horrorizado como la gente desafinaba las primeras estrofas de “Don’t Let me Go”. Las caras de dolor ante los pifies en las notas de la gente (que empezó a cantar la canción espontáneamente a capella) fueron bastante graciosas.
“In Paradisum” hizo mover de nuevo al público, y luego de un innecesario solo de batería, comenzó el final con “Fields of Avalon”.

Para los bises “Dreamspace” de Strato, y pegadito “I Did It My Way”, temazo de Revolution Renaissance.
Para el final la obligada presentación de los músicos, donde abundaron vítores y aplausos. Un Matos encendidísimo, hablando con la gente, haciendo chistes (y en algunos casos yéndose directamente al pasto cuando calificó de “música de película porno” a un pasaje jazzero que zapaban Alex y Jari mientras presentaba a los músicos, ocurrencia que desató las carcajadas de todos –menos de Timo y los demás que seguían sin cazar una-).

“Probablemente ésta haya sido la mejor fecha de la gira”. Gracias por la demagogia, pero a juzgar por la cara de felicidad de los músicos, es probable que fuera verdad.
“Pilgrim Road” hizo bailar a todos con sus ritmos celtas, mientras André tiraba pasos desenfrenadamente, luego el final definitivo.

Cambió mi parecer sobre la banda luego del show? Ciertamente si. Ya no pienso que sea un “supergrupo”, sino la banda de un “superfrontman”. En la escala de merecimientos André se lleva el premio mayor, por carisma y por sus aptitudes vocales. El espectáculo fue él, la magia la puso él. Tolkki y compañía suman pero no deslumbran. Fans de Tolkki indignados, vengan a mí.

Matos 1, Resto del mundo 0.

Setlist:

Come by the Hills
Forevermore
4th Reich (Stratovarius cover)
Rhapsody In Black
Keyboard Solo
Santiago
Last Night on Earth (Revolution Renaissance cover)
Lasting Child (Angra cover)
Guitar solo + keyboard dueto
Stratosphere (Stratovarius cover)
Don't Let Me Go
In Paradisum
Drum solo
Fields of Avalon
 
Encore:

Dreamspace (Stratovarius cover)
I Did It My Way (Revolution Renaissance cover)
Pilgrim Road

Mil gracias a Alfredo Andrade y a Gabriela Sisti por su eterna gentileza para con nuestro medio.
Organizaron: Stargate & Hurling Metal.



Comentario y fotos: Alien, para OXIDO.- 

jueves, 4 de agosto de 2011

HEAD en El Teatro Flores, 30/7/2011



Al llegar al Teatro Flores, a eso de las 20:20 hs., el cuarteto Rencore hacía pata ancha en el escenario, quienes durante cuarenta minutos brindaron una dosis de Metalcore. Llamativa fue la respuesta del público, quien de manera generalizada aprobó el desempeño de esta banda, que por estos días junto a Marcelo Corvalán están terminando la grabación de su nuevo álbum. 
Si de algo no puede quejarse el seguidor de los sonidos extremos es de la cantidad y variedad de agrupaciones musicales que están visitando nuestro país en estos tiempos. También es cierto que esta coyuntura no es únicamente patrimonio nacional, sino la manifestación de un fenómeno de escala mundial. Las sucesivas y cada vez más comprimidas grillas de conciertos se iniciaron en un primer momento con bandas de renombre que repetían una y otra vez sus visitas. En el transcurso se sumaron otras propuestas, con cierto pasado de renombre, como así también de aquellas que gozan de relativa popularidad en el presente. 
En el último tiempo se ha hecho cada vez más habitual la visita de un “ex” algo. Todos ellos poseen el gen distintivo de haber sido parte importante -pero no fundamental- de sus antiguas bandas; claro que hay excepciones, pero éstas son las que confirman la regla. En este grupo ubicamos al artista de turno: BRIAN “HEAD” WELCH, ex guitarrista de la banda norteamericana Korn. El motivo de su visita era la presentación de su disco solista  Save Me From Myself. Este material sin dudas se despega completamente de lo hecho por el músico en su anterior grupo. En el aspecto sonoro, el medio tiempo y los samples -en su mayoría de contenido melódico- se complementan con un sonido equilibrado, el cual prescinde del estilo ultra grave tan característico del Ñu Metal. 
En cuanto a las letras, giran en torno al cristianismo como alternativa para la salvación de nuestras almas. He aquí dos razones de peso para tildar por lo menos de original la propuesta.

Con esta introducción nos proponemos, ahora si, comentar lo que vivimos el sábado pasado en el local del barrio porteño de Flores.
Al levantarse el telón lo primero que vemos, y  como única escenografía, es una pantalla que replica a cada instante el nombre de la banda. Casi de inmediato nos llamó la atención la juventud de los acompañantes del ex-Korn. Sin exagerar, no tendrían más allá de veinticinco abriles cada uno de ellos. En lo visual, esto marcaría  un abismo de diferencias. También sobre las tablas se notó el rodaje y la interacción con el público, de un artista que aparte de haber sido partícipe de extensísimas giras mundiales, se ubica como una pieza de importancia en el desarrollo del Ñu Metal. 
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Por otra parte, los inconvenientes sonoros, especialmente en la voz, fueron de insoportables a inestables durante todo el concierto. 
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Transcurrida la mitad del evento, el líder brindó un discurso al público. En éste, pasado al castellano por una traductora, HEAD relató brevemente su pasado en las drogas, y el sentimiento de autodestrucción que lo rodeó durante largo tiempo; y como Jesús fue la solución para todos y cada uno de sus problemas de orden espiritual. De allí su firme y ferviente creencia en el cristianismo.                 
Retornando a lo estrictamente musical, entre las piezas ejecutadas tuvimos Save Me From Myself”, ”Money”, “Die Religion Die”, “Re-Bel” y “Flush”, entre otras.
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Los espectadores -en su mayoría muy jóvenes- entraron en ebullición con los bises, todos ellos pertenecientes a Korn: “Twist”, interpretado junto al cantante de Rencore; “Here To Stay”, “Freak On A Leash”, cerrando con “Blind. Para quien escribe estas líneas, estos temas sumaron -en el mejor de los casos- algún valor emocional para los más fanáticos, pero no más.
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Como idea final, creemos que el espectáculo -a grandes rasgos- fue correcto, con la sensación de que las composiciones logran una mejor performance en el disco que en el directo. 
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Muchas gracias a Lucía Chiarenza, encargada de prensa de 4G Producciones, por su constante eficacia. 
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Comentario y foto: José María Aicardo, para OXIDO.-

miércoles, 3 de agosto de 2011

El regreso de CREMATORIO en Asbury, 30/7/2011



Quienes tuvimos la suerte de toparnos con un cassette denominado “Terminal, Mundo Social” allá por el 94', sabemos que hubo un antes y un después en la incipiente escena extrema nacional de esa época. Hubo pocas bandas que despotricaran con tanta virulencia contra la pacata sociedad argentina, y que reflejaran tan crudamente la realidad del trabajador asalariado, embrutecido por las largas horas de trabajo.
Quizás sean los tres versos mas tontos del Universo, pero la letra de “La Mierda en el Espejo” fue mi Padrenuestro en mi adolescencia y el fanatismo fue inmediato.
Con la edición de “El Rostro de la Opresión”, ese fanatismo se tornó en devoción: estábamos ante uno de los mejores discos de Death Metal sudamericano de todos los tiempos. Luego aparecería “A la Suerte del Abismo”, y, tiempo después, la oscuridad del olvido y la separación.

Pero hay que estar atentos, porque a veces los astros se alinean y los milagros son posibles; luego de diez años sin tocar, CREMATORIO resucita de entre los muertos para volver a las pistas, y eso es un acontecimiento que no se puede dejar pasar.

La grilla prometía, y mucho. Raza Oculta, Matan S.A. y Avernal hicieron de las suyas en la previa, todos con un sonido decente y una buena puesta en escena, aunque con un público todavía escaso, que hizo temer una pobre convocatoria. Sin embargo, pasadas las 21:30 hs., en el Asbury Club ya se sentía el clima de fiesta con unas doscientas (algunos arriesgan más) personas expectantes y ansiosas.

Y llegó, bajo un estruendo de cánticos eufóricos, la alegría desbordante de la gente y de la banda misma. Diego Godoy, Hugo Manna, Martín Güemes y Julián Fernández, CREMATORIO a pleno otra vez, como hace tanto.

 “Sistema de Explotación Organizado” fue el bombazo para inaugurar la fecha, mostrando a Diego muy en forma, aunque cantando las letras sin pudrir tanto la voz. Eso si, los agudos siguen intactos y cuando hay que poner toda la carne al asador, se la pone sin escatimar oxígeno.

“Verano Obrero” en segundo lugar, hizo estallar al lumpenaje, con ese pequeño tema que describe las penurias del trabajador en época estival. Y quizás sea por ese tipo de canciones, simples pero precisas, con letras inteligentes -que se salen de la media de las bandas de la época, obsesionadas por el gore- con las que CREMATORIO cimentó su fama y se hizo de un buen número de seguidores. Composiciones brutales, con una lírica comprometida, aguda, lúcida y muy personal. “Miro hacia arriba y cae sobre mi el cielo de chapa / no veo el sol / ni el resplandor / pero me mata su calor”... sólo el que lo ha vivido puede contarlo tan acertadamente.

No es de extrañar que los temas más festejados sean los de la pluma más anticapitalista, como “El Tomatiempos” -título ya consagrado como el gran himno de los de Tigre-, “La Raza del Miedo” o la ya mencionada “La Mierda en el Espejo”.

Sin embargo, también hubo lugar para algunas de “A la Suerte del Abismo”, placa que marca una tendencia diferente y con unas influencias más modernas. “Enviro Mental”, “Ritmo Stress” (“El ritmo no es uno… el ritmo no es dos… ¡¡EL RITMO STRESS!!”), “Renace” y “A la Suerte del Abismo” (“Nos mandamos un rocanrol ahí”, bromeó Diego, en alusión al groove bailable de la canción).

Pero para que no queden dudas de que era una vuelta con todas las letras, y como se estila en estos casos, hubo invitados especiales; al del primer lugar Diego lo presentó como un amigo de toda la vida, luego el invitado se encargó de aclarar que él mismo es cantante gracias a Diego Godoy. Así, el Knario de Plan 4 se sumó como segunda voz, y aunque aclararon que no tuvieron tiempo de ensayar, dejaron una poderosísima versión el “El Odio más Miserable”. La monada, enloquecida.

Otro de los legendarios de la vieja escuela, no podía faltar como invitado: Wata, ex Pandemia y actual Matan S.A. se sumó para el megaclásico “La Mierda en el Espejo”, en una versión tan asesina que Diego insistió en tocarla de nuevo, y se salió con la suya. “Después de veinte años, la mierda sigue estando en el espejo” gruñó Wata, y se fue ovacionado. Finalizando con la nómina de ilustres, el Tano de Exterminio fue invocado y apareció para una superdoom versión de “Introducción a la Ultima Enfermedad”.

Ya era inminente el final, los tiempos apremiaban, había que cerrar el local por la veda de elecciones, pero la cosa estaba muy caliente todavía. Para aplacar los ánimos, nada mejor que un bidón de nafta y un encendedor. “El tomatiempos” otra vez, estallando desde el escenario, dejó a todos más que conformes y con el calor suficiente para volver a casa atravesando la gélida noche de sábado.

No sabemos a ciencia cierta si esto fue un show aislado o si hay planes de grabar nuevo material. Es un profundo deseo que esto sea una vuelta con todas las de la ley, el under los necesita y la banda se lo merece. Cualquiera sea el caso, y a decir de Diego Godoy: CREMATORIO, que el destino te guarde la mejor de las suertes.

Muchas gracias a Facundo Gómez, por su gentileza al acreditarnos para este evento.


Comentario y foto: Alien, para OXIDO.-

martes, 2 de agosto de 2011

GRAVE DIGGER en El Teatro Flores: otro tanque alemán en Buenos Aires

Decir GRAVE DIGGER es hablar de una de las agrupaciones primordiales del Heavy Metal alemán de todos los tiempos; junto a otras tan fundamentales como Running Wild, Accept o Warlock. De modo que estamos mencionando una cita ineludible en El Teatro Flores, para todos aquéllos amantes del Metal más clásico y tradicional.

Ingresamos pocos minutos antes de las 20 hs., debido al caos infernal en el que se transforma el tráfico de Buenos Aires durante los días hábiles. Luego de un rápido trámite facilitado por la eficiencia de la encargada de prensa de 4G Producciones, la señora Lucía Chiarenza, pudimos entrar al recinto en el preciso momento en el que estaba iniciando su performance Metrasheros, la tercer banda invitada. Lo que estos muchachos entregaron fue un Thrash Metal bien extremo, con correcta interpretación y muchísima fuerza. El punto en contra era que la voz prácticamente no se escuchaba, excepto en pasajes puntuales. Este detalle atentó contra el interés que despertaba la banda, dado que era casi imposible comprender lo que el vocalista estaba cantando.

Luego de unos pocos minutos de espera, la última agrupación invitada, III Día, subía al escenario. Con el detalle no menor de la presencia del Turu Paredes en las voces, este quinteto de Metal tradicional con tintes Power descargó un interesante set que fué bien recibido por los presentes. A diferencia de Metrasheros, en este caso la voz estaba bien al frente, permitiéndole al ex cantante de Razones Concientes lucirse en su labor. Hubo tiempo para entregar un cover de Hermética, "Soy de la Esquina", y para que el gran bajista Eddie Walker -mencionado frecuentemente como el mejor de nuestro país- participase como invitado en un tema.

Tras un intervalo de poco más de media hora, ante unas setecientas almas, pasadas las 21:30 hs., el telón se abre por última vez en la noche, permitiendo ver a modo de fondo la imponente portada del último trabajo de estudio de GRAVE DIGGER: "The Clans Will Rise Again".
Mientras el tecladista Hans Peter Katzemburg -caracterizado como siempre, cual el personaje de las portadas de los discos de la banda- hacía su cansino ingreso y de fondo sonaba "Days of Revenge" a modo de intro, lentamente fueron ingresando el resto de quienes componen hoy en día el line up de GRAVE DIGGER: el bajista Jens Becker, el baterista Stefan Arnold, el guitarrista Axel Ritt y el único miembro fundador que queda en el combo, el cantante Chris Boltendahl.

El show constó de dos partes, la primera de ellas centrada en el que es mencionado usualmente como el mejor álbum del quinteto, "Tunes of War", original de 1996; a la que le agregaron un par de títulos extras.
Durante esta primera sección del espectáculo, los germanos interpretaron "Paid in Blood", "The Dark of the Sun", "Hammer of the Scots" (el hit del nuevo CD), "The Bruce", "The Ballad of Mary", "Highland Farewell", "Killing Time" (uno de mis favoritos de ese álbum, el cual fué una grata sorpresa oír), "Whom the Gods Love Die Young" y "Rebellion" (uno de los puntos más altos de la noche).

Luego de un breve parate, Hans P. Katzemburg se adelanta sobre el tablado para colocar una soga en forma de horca en el centro de la escena. De esta manera se reinició el concierto, y pudimos escuchar "Ballad of a Hangman", "Morgane Le Fay", un corto solo de teclados a cargo del mencionado Hans P. Katzemburg, "The Round Table", un poupurrí que contuvo "Twilight of the Gods", "Circle of Witches" (otras dos grandes favoritas de quien escribe) y "The Grave Dancer"; para luego seguir con "The Last Supper", "Excalibur" (otra de las más aclamadas), y "Knights of the Cross". Finalmente, ante las muestras de afecto de todos los presentes, hubo lugar para tres bises: "Yesterday", "Hell of Disillusion" y el ultra esperado "Heavy Metal Breakdown".

El trabajo de los cinco teutones fué totalmente macizo y contundente. A Stefan Arnold le sobra tiempo y paño para hacer malabares con sus palillos a medida que toca; Hans Peter Katzemburg aporta imagen y presencia detrás de sus teclados (aunque los mismos no sean preponderantes); Jens Becker pone su cuota de sobriedad y potencia en las cuatro cuerdas; y finalmente, los dos puntos más altos de la banda son el nuevo guitarrista Axel Ritt (a nuestro modesto entender, notablemente superior a su predecesor Manni Schmidt, por presencia y por técnica) y el eterno Chris Boltendahl, alma y espíritu de GRAVE DIGGER a lo largo de sus más de treinta años de existencia.

El sonido fue aplastante durante el transcurrir de todo el show; bien acompañado por los juegos de luces y las ambientaciones que se creaban sobre las tablas. El público se comportó excelentemente (excepto por alguna pequeña escaramuza aislada), brindando calidez y apoyo permanente a los músicos. Y la organización de 4G estuvo excelente, como siempre ocurre, después de tanto tiempo de montar shows internacionales.
Otra memorable noche de Metal clásico alemán en Buenos Aires!

Videos del evento:
"Rebellion (The Clans are Marching)": http://www.youtube.com/watch?v=Zs-z_z8hZNo
"Twilight of the Gods" / "Circle of Witches" / "The Grave Dancer": http://www.youtube.com/watch?v=9PHD9FEtuWw

Comentó: Javier Parente, para OXIDO.-
Fotos y videos: Javier Parente.-

ANNEKE & ANATHEMA en El Teatro Colegiales, 28/7/2011




28 de Julio de 2011, Jueves; día ideal para ir a un recital y despejarse un poco del trabajo y así; acortar la semana. Y que puede ser mejor que ver a Anneke y a Anathema? Si señores, mejor es verlos en una misma noche a ambos!
Así que, luego de un pequeño trote desde la estación Olleros del subte D, llegué a las puertas del Teatro de Colegiales una vez más, para disfrutar de una noche que prometía y mucho.
1915 ingreso al recinto dando por hecho que me había perdido el show de los locales Lingerbliss, pero para mi sorpresa, no tocaron. Por lo tanto, me dispuse a acomodarme no muy cerca del escenario, para disfrutar a mi manera del show que se aproximaba.
1930, tal cual estaba pautado, se apagan las luces del lugar, se abre el telón y con un Teatro casi lleno en su planta baja, y, sorpresivamente mucha gente en los palcos; sube a las tablas la banda de Anneke, comenzando por su baterista, y por último la mismísima ex The Gathering, ejecutando sin mas el tema Fury.
El repertorio siguió con el clásico de TG; Saturnine, repasó su discografía con temas como  Ice Water, I Want, Adore, un cover de Devin Townsend; Hyperdrive. Luego Hey Okay, el romántico Wonder, volvió a recordar su ex banda con Shrink y Locked Away, para cerrar un show de 75’ sin ningún bis; con Witnesses, del disco Pure Air de 2009.
Sabido es que un recital de Anneke es sinónimo de buen espectáculo, pero en este caso faltó algo. El sonido estuvo bien, los nuevos integrantes de la banda se mostraron seguros, descontracturados, pero de todas maneras hubo carencia de algo; algo que hizo, por ejemplo que el hermoso tema Saturnine no contagiara al publico con la magia que en otras oportunidades lo hacía. En cuanto a Anneke, como siempre, comunicativa con la gente, haciendo chistes, intentando hablar un castellano, por momentos muy bueno, por momentos gracioso, haciendo caras divertidas, saltando y disfrutando con su amplia sonrisa de la noche, y agradeciendo en todo momento a los fans Argentinos.
Luego de 30’ de espera, llegaba el momento de la banda principal de la noche; por la que la mayoría del público estaba presente.
Grupos de personas se agolpaban por estar cerca del escenario, entre aplausos y gritos; justo a las 2115, cuando nuevamente se abría el telón y aparecían de a uno los integrantes de Anathema.
Con un Vincent “sacado” (en el buen sentido) rockeando, saltando, gritando, con mucha actitud, dan comienzo a su performance tal cual We Are Here Because We Are Here, con los temas Thin Air, Sumernight Horizon y Dreaming Light.
Siguiendo con un recorrido por los temas que todos quieren escuchar, como One Last Goodbye, Lost Control, A Simple Mistake, Flying.
A mitad del show, la banda abandona el escenario para que Danny haga una maravillosa interpretación acústica y de manera solista del tema Are You There?, para luego seguir tocando todos juntos.
Antes de finalizar, Danny pide al público que eleven sus celulares o lo que tengan que genere luz, para crear un clima muy íntimo y sereno; momento en el cual, la vocalista Lee Douglas realmente se luce de manera increíble  interpretando A Natural Disaster, cerrando la presentación con el esperadísimo y clásico Fragile Dreams; donde el público pogueó y cantó a morir.
Como siempre, aunque satisfecha, la gente se quedó esperando los bises, como es costumbre. Todo hacía suponer que Anneke subiría nuevamente para cantar con sus compañeros de gira, pero no fue así.
Los Ingleses volvieron a las tablas para despedirse finalmente con un solo tema que enloqueció a la audiencia en su totalidad, cerrando un show de dos horas, nada menos que con una exquisita versión de Comfortably Numb. ¡No podíamos pedir más!
La actuación de los de Liverpool fue impecable; mucha fuerza por momentos, mucho clima por otros, agradecimiento de parte de Vincent todo el tiempo hacia el público, Danny “manejaba” a los concurrentes, los hacía aplaudir, agitaba los brazos cuando quería que salten o canten.
El sonido muy bien, aunque algo baja la guitarra de Vincent durante todo el show.
Y la gente respondió perfectamente, tanto en “aguante” como en cantidad, como era de esperar.
Sin dudas lo mejor de la velada fue poder disfrutar de dos legendarios, dos delicias de la música oscura internacional como Anneke Van Giersbergen (aunque ya no es tan “oscura” su música) y Anathema en una sola noche; un combo genial!
Lo peor de la noche fue lo que sucedió con la gente de Lingerbliss.
La banda reveló sintéticamente en su Facebook oficial que no los dejaron tocar porque las dos bandas principales no compartían backline, había dos baterías armadas sobre el escenario, por lo tanto, no dejaron que los locales armen la suya; no les dejaron espacio físico, entonces, no podrían presentarse.
De todas maneras, para nosotros simple público mortal, lo entregado musicalmente por Anneke y Anathema fue memorable, una muy linda noche, donde uno se encuentra con esa gente que solo ve en este tipo de eventos y comenta lo sucedido cual partido de fútbol, y donde la mayoría le dio unos puntitos más a Anathema.
Esperemos que esto solo haya sido algo pasajero, o un error de percepción, y no que realmente Anneke este perdiendo por algún lado su magia. Seguramente no pasará mucho tiempo para chequearlo.



Comentario y fotos: Martín Mena, para OXIDO.-