miércoles, 3 de agosto de 2011

El regreso de CREMATORIO en Asbury, 30/7/2011



Quienes tuvimos la suerte de toparnos con un cassette denominado “Terminal, Mundo Social” allá por el 94', sabemos que hubo un antes y un después en la incipiente escena extrema nacional de esa época. Hubo pocas bandas que despotricaran con tanta virulencia contra la pacata sociedad argentina, y que reflejaran tan crudamente la realidad del trabajador asalariado, embrutecido por las largas horas de trabajo.
Quizás sean los tres versos mas tontos del Universo, pero la letra de “La Mierda en el Espejo” fue mi Padrenuestro en mi adolescencia y el fanatismo fue inmediato.
Con la edición de “El Rostro de la Opresión”, ese fanatismo se tornó en devoción: estábamos ante uno de los mejores discos de Death Metal sudamericano de todos los tiempos. Luego aparecería “A la Suerte del Abismo”, y, tiempo después, la oscuridad del olvido y la separación.

Pero hay que estar atentos, porque a veces los astros se alinean y los milagros son posibles; luego de diez años sin tocar, CREMATORIO resucita de entre los muertos para volver a las pistas, y eso es un acontecimiento que no se puede dejar pasar.

La grilla prometía, y mucho. Raza Oculta, Matan S.A. y Avernal hicieron de las suyas en la previa, todos con un sonido decente y una buena puesta en escena, aunque con un público todavía escaso, que hizo temer una pobre convocatoria. Sin embargo, pasadas las 21:30 hs., en el Asbury Club ya se sentía el clima de fiesta con unas doscientas (algunos arriesgan más) personas expectantes y ansiosas.

Y llegó, bajo un estruendo de cánticos eufóricos, la alegría desbordante de la gente y de la banda misma. Diego Godoy, Hugo Manna, Martín Güemes y Julián Fernández, CREMATORIO a pleno otra vez, como hace tanto.

 “Sistema de Explotación Organizado” fue el bombazo para inaugurar la fecha, mostrando a Diego muy en forma, aunque cantando las letras sin pudrir tanto la voz. Eso si, los agudos siguen intactos y cuando hay que poner toda la carne al asador, se la pone sin escatimar oxígeno.

“Verano Obrero” en segundo lugar, hizo estallar al lumpenaje, con ese pequeño tema que describe las penurias del trabajador en época estival. Y quizás sea por ese tipo de canciones, simples pero precisas, con letras inteligentes -que se salen de la media de las bandas de la época, obsesionadas por el gore- con las que CREMATORIO cimentó su fama y se hizo de un buen número de seguidores. Composiciones brutales, con una lírica comprometida, aguda, lúcida y muy personal. “Miro hacia arriba y cae sobre mi el cielo de chapa / no veo el sol / ni el resplandor / pero me mata su calor”... sólo el que lo ha vivido puede contarlo tan acertadamente.

No es de extrañar que los temas más festejados sean los de la pluma más anticapitalista, como “El Tomatiempos” -título ya consagrado como el gran himno de los de Tigre-, “La Raza del Miedo” o la ya mencionada “La Mierda en el Espejo”.

Sin embargo, también hubo lugar para algunas de “A la Suerte del Abismo”, placa que marca una tendencia diferente y con unas influencias más modernas. “Enviro Mental”, “Ritmo Stress” (“El ritmo no es uno… el ritmo no es dos… ¡¡EL RITMO STRESS!!”), “Renace” y “A la Suerte del Abismo” (“Nos mandamos un rocanrol ahí”, bromeó Diego, en alusión al groove bailable de la canción).

Pero para que no queden dudas de que era una vuelta con todas las letras, y como se estila en estos casos, hubo invitados especiales; al del primer lugar Diego lo presentó como un amigo de toda la vida, luego el invitado se encargó de aclarar que él mismo es cantante gracias a Diego Godoy. Así, el Knario de Plan 4 se sumó como segunda voz, y aunque aclararon que no tuvieron tiempo de ensayar, dejaron una poderosísima versión el “El Odio más Miserable”. La monada, enloquecida.

Otro de los legendarios de la vieja escuela, no podía faltar como invitado: Wata, ex Pandemia y actual Matan S.A. se sumó para el megaclásico “La Mierda en el Espejo”, en una versión tan asesina que Diego insistió en tocarla de nuevo, y se salió con la suya. “Después de veinte años, la mierda sigue estando en el espejo” gruñó Wata, y se fue ovacionado. Finalizando con la nómina de ilustres, el Tano de Exterminio fue invocado y apareció para una superdoom versión de “Introducción a la Ultima Enfermedad”.

Ya era inminente el final, los tiempos apremiaban, había que cerrar el local por la veda de elecciones, pero la cosa estaba muy caliente todavía. Para aplacar los ánimos, nada mejor que un bidón de nafta y un encendedor. “El tomatiempos” otra vez, estallando desde el escenario, dejó a todos más que conformes y con el calor suficiente para volver a casa atravesando la gélida noche de sábado.

No sabemos a ciencia cierta si esto fue un show aislado o si hay planes de grabar nuevo material. Es un profundo deseo que esto sea una vuelta con todas las de la ley, el under los necesita y la banda se lo merece. Cualquiera sea el caso, y a decir de Diego Godoy: CREMATORIO, que el destino te guarde la mejor de las suertes.

Muchas gracias a Facundo Gómez, por su gentileza al acreditarnos para este evento.


Comentario y foto: Alien, para OXIDO.-

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