martes, 17 de mayo de 2011

ACCEPT en El Teatro Flores, 14/5/2011

En las últimas semanas tuvimos las visitas de dos de los máximos exponentes del Heavy Metal Alemán (Doro y U.D.O.); completando esta trilogía era el turno de ACCEPT.

Banda fundamental en la historia del género, con discos emblemáticos como “Breaker”, “Metal Heart”, “Restless & Wild” y “Balls to the Wall”, a ello se suma “Blood of the Nations” (producido por el experimentado Andy Sneap), uno de los mejores lanzamientos del 2010; valiéndole por ello competir en las categorías: “Mejor banda alemana” y “Mejor canción” en los premios Metal Hammer de Alemania. Quizás la única duda era el desempeño de la agrupación como cuarteto, dado que el guitarrista Hermann Frank sufrió el pasado 7 de mayo un accidente en un concierto en Houston. El mismo fue de tal magnitud que impidió al músico continuar con la gira sudamericana.

Las bandas invitadas fueron Dhak, Seyer, Agitador y Obreros Fantasmas. Para las 20 hs., momento de nuestro arribo, Agitador subía al escenario proporcionándonos una dosis del más puro y clásico Heavy Metal. Durante el set anunciaron el lanzamiento de su nuevo material, cuyos adelantos podrán escucharse a través de su myspace. Resaltamos la labor del cantante Carlos Scorpanitti y del bajista Fernando Biagioni, quienes con música y actitud mantuvieron la atención del público durante los veinticinco minutos de su set.

Brevísimo intervalo de cinco minutos y a la cancha Seyer. Festejando sus 20 años! Con rodaje y oficio les alcanzó para completar ante unas seiscientas personas otra correcta actuación de veinticinco minutos de más Heavy Metal. Para cerrar, la banda versionó el tema “Cómo relámpago en la oscuridad”, de Logos. La sólida labor del cuarteto oriundo de Martínez los posiciona entre uno de los baluartes del Metal under nacional.

Eran las 21:30 hs. para cuando sorpresivamente se apagan las luces, se levanta el telón y con una escenografía inspirada en su última placa, Wolf Hoffmann ejecuta las primeras notas de “Teutonic Terror”, inmejorable manera de iniciar el concierto. Ya con unas mil almas ocupando el recinto (en su mayoría con treinta y más a sus espaldas), la entrada de Mark Tornillo había terminado de transformar al Teatro en una caldera que incrementaba la presión con cada uno de los mil y un arreglos de guitarra y los gruñidos incansables del vocalista, secundado en las voces por el resto de los músicos, excluido el baterista Stefan Schwarzmann.

Las dudas planteadas por la ausencia de la guitarra rítmica quedaron disipadas inmediatamente; es más: creemos que esta carencia jugó una buena pasada al sonido en conjunto; éste se notó equilibrado en todos los puestos; bajo y guitarra al frente, batería y voz en segundo plano, pero repetimos: todo sonando en una perfecta armonía.

La calidad de los músicos es impecable, en especial la del frontman y líder Wolf Hoffmann... con él todo es sencillo, todo suena bien, además este teutón buena onda transmite al espectador -por medio de sus poses- el sentimiento de vivir su música en plenitud; y claro… con eso, todos a su bolsillo.

Hubo solos de guitarra, solos de bajo y un duelo entre ambos. Tornillo tiene en claro su rol y por ello cedió en montones de oportunidades el centro del escenario al resto de los músicos. Momentos emocionantes no faltaron, gracias a la cantidad y calidad de las piezas musicales de los alemanes, por nombrar algunas: “Metal Heart”, “Restless and Wild”, “Bulletproof”, “Starlight”, “Princess of the Dawn”, “Up to the Limit” y “Breaker”.

Luego de noventa minutos de show ininterrumpido (!), llegan los bises (tres): “Fast as a Shark”, “Pandemic” y el esperado y aún más festejado “Balls to the Wall”, en una versión ideal para el público argentino, que se extendió terminado el espectáculo. El coreo ininterrumpido sacudió la humanidad de los músicos, a esta altura entregados por completo a la simbiosis creada con los espectadores.

Para cerrar y más allá del excelente recital al que pudimos asistir, nos queda resaltar dos aspectos positivísimos.
El primero: ACCEPT no necesitó arraigarse a su pasado para no perder vigencia, esto no lo decimos nosotros, no lo expresan los músicos, sino que lo manifiesta el público, quien vitoreó las piezas del último álbum como si fueran clásicos.
El segundo: La excelente performance que despliegan en vivo las bandas alemanas históricas de Heavy Metal. A esta altura ya son una marca registrada de calidad garantizada.

En otro orden: no queríamos dejar pasar, que en tiempos donde otros estilos de música en nuestro país siguen sumando muertes entre sus seguidores, el Heavy Metal se encuentra en la vereda de enfrente ante este tipo de acontecimientos. Festejemos y procuremos cuidar éste, nuestro logro, basado en la conciencia y el sentido común que todo buen metalero posee por naturaleza.

Mil gracias a Marcela Scorca y a Carlos Zárate, de la productora Icarus, por sus constantes gentilezas.

Comentario y fotos: José María Aicardo, para OXIDO.-

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