Jueves 1° de diciembre por la noche, nos dirigimos a ver el debut absoluto en tierras latinoamericanas -no solamente en Argentina- de los suecos LUCIFER (Suecos pero con vocalista alemana). Para los fans de las etiquetas, LUCIFER es una banda no muy sencilla de encasillar. Su sonido presenta una amalgama de vertientes: por un lado no se puede decir que sea una banda de Metal: lo suyo más bien pasa por el Rock, el Stoner y mucha pesadez setentosa en sus bases. Una mezcla realmente interesante. De ahí nuestra presencia el pasado jueves en el antro vecino al Abasto.
Llegamos pasadas las 20:30 hs., justo cuando los locales Dragonauta comenzaban su actuación. Ya hemos visto a Dragonauta en vivo antes, siempre causándonos una muy pero muy buena impresión. Su sonido es poderoso, su propuesta original dentro de la escena nacional, y sus temas resultan muy atrayentes a su público, que se caracteriza por seguidor y fiel. La banda acumula ya más de veinte años de trayectoria dentro de la movida; y cuenta con cinco álbumes full en su discografía, datando el último de ellos de 2018.
Mucha psicodelia presente en los temas, fusionándose con un sonido muy denso y pesado es lo que Dragonauta ofrece, y que los presentes aceptan de muy buena gana. José Luis Arnetta, Daniel Libedinsky, Ramiro Suárez, Leonardo Yegros y Agustín Lomez integran este quinteto que calentó la noche antes de la aparición de la banda principal. No faltaron algunas desinteligencias con la organización debido a la cantidad de temas que iban a tocar, pero finalmente hubo acuerdo y Dragonauta pudo permanecer un par de canciones más sobre el tablado del Uniclub.
A las 22 horas, tras un rato de trabajo de los asistentes detrás del telón, y con los acordes de "The Funeral Pyre" (incluído en su último álbum "Lucifer IV"), a modo de introducción, la banda de Anders "Nicke" Andersson (también integrante de Entombed y de Hellacopters) daba el puntapié inicial para su primer show en Latinoamérica tras ocho años de su creación.
Lo que vimos de LUCIFER en directo no difirió de lo que ya habíamos apreciado de ellos en los conciertos que se pueden ver en internet: mucha fuerza escénica y potente presencia de la vocalista Johanna Platow Andersson -a quien ya habíamos apreciado en The Oath-, quien se lleva, obviamente, gran parte de la atención del público, tanto por el aspecto visual ( no menor, con su abundante cabellera rubia y su vestuario sugerente) como por su alta performance vocal: Johanna posee un poderoso registro y sabe bien cómo utilizarlo.
Nicke le pone muchísima garra y fuerza a su actuación tras los parches, amparada en la simpleza, y transformándose en un verdadero nerviomotor para el sonido de LUCIFER, mientras que los dos violeros y el bajista (Linus Bjorklund, Martin Nordin y Harald Gothblad) no se limitan al papel de partenaires de la pareja líder. Todos aportan sus trabajos y capacidades para ir llevando la banda hacia adelante y transformar los 75 minutos que dura el show en una ráfaga de poder sónico que termina yéndose rápido, y dejándote con ganas de, por lo menos, tres o cuatro canciones más.
"Ghosts", "Midnight Phantom", "Wild Hearses", "Crucifix (I Buen for You)", "Leather Demon", "Coffin Fever", "Archangel of Death" (uno de los mejores), "Mausoleum", "Orion", "Bring me His Head" (hit!), "Cemetery Eyes", "California Son", "Reaper on Your Heels"; más los bises "Dreamer" (gran tema!) y el cover de Blues Oyster Cult "(Don't Fear) The Reaper" conformaron el setlist de los suecos. Quince composiciones en total, para un concierto que, como dijimos, tuvo sabor a escaso. Pero eso es buena señal, significa que nos gustó mucho y que hubiésemos deseado que siguieran un rato más.
Muy buen sonido en el Uniclub, por lo menos para las dos bandas que nosotros pudimos ver. Mucho público en el recinto, que dedicó incondicional atención a los artistas principales; obviamente LUCIFER no es una banda para un pogo demasiado efusivo ni nada de eso, por lo cual se puede disfrutar tranquilamente de la música y de la performance en general.
Merchandising bastante oneroso -traído por los propios artistas-, que se vendió como pan caliente entre los fanáticos. Una noche sumamente interesante para compartir ésta propuesta, que por lo que vimos, tiene bastantes adeptos por estas tierras. Ojalá se produzca un regreso pronto, que seguramente tendrá lugar si es que a LUCIFER le han sentado bien los aires de Sudamérica.
Reseña, fotos y videos: Javier Parente, para OXIDO.-
Tan sólo tres semanas transcurrieron desde que vimos a CTM, la banda que el gran guitarrista argentino Claudio Marciello comparte con su hija Melina Marciello en batería y voces, Giuliano Noé en la otra guitarra y Leandro Radaelli en bajo y voces. En aquélla oportunidad habíamos estado presentes en el City Bar de Martínez, en ocasión de una fecha solidaria a beneficio de comunidades originarias de la provincia de Misiones. Y ahora volvimos a verlos, en este caso asistiendo a nuestra vecina ciudad de Chacabuco, distante unos sesenta kilómetros de Chivilcoy, a un lugar llamado La Vieja Conexión.
Arrancamos hablando de este sitio, La Vieja Conexión, al cual concurríamos por primera vez: la verdad que nos encantó, nos pareció un antro buenísimo, muy superior a varios que hemos visto en Capital. Debe tener -cálculo a ojo- una capacidad de unas trescientas cincuenta personas... o por ahí. Muy bien ambientado (hay cuadros y afiches de bandas de todo tenor, siempre dentro del Rock), con un buen escenario, correcto juego de luces y gran sonido. Posee una barra donde se puede no sólo consumir bebidas a un precio módico -nada que ver con otros lugares que literalmente le arrancan la cabeza al pobre consumidor- sino también comer algo (pizzas, hamburguesas). Encima tiene patio para las noches tórridas y está ubicado en las afueras de la ciudad, cosa que ningún amante de la cumbia o de otras flatulencias se queje de nada.
Cuando llegamos empezó a tocar la primer banda invitada, oriunda de la también cercana ciudad de Bragado, llamada Difunta Correa. Intenso sonido noventero con tintes Metalcore fue lo que escuchamos, con voz extrema y un violero apoyando en los coros. Muy aguerridos nos parecieron; y dentro de una gama del Metal donde es difícil encontrar melodías hiteras, estos chicos hicieron gala de eso en la mayoría de sus composiciones. Según nos comentaron por ahí, hace muchos años que vienen batallando en el under de la provincia, poseen varias grabaciones, habiendo tocado incluso en nuestra ciudad de Chivilcoy hace tiempo. Pulgar para arriba para ellos, ni dudarlo.
El segundo turno fue para Estigma, banda local enrolada en el Hard Rock. Estábamos disfrutando de la muy buena prestancia de su vocalista, quien parece ser el alma máter de esta agrupación, pero después del tercer tema se dió la posibilidad de una charla con los músicos de la banda principal de la noche, Giuliano Noé y Melina Marciello, y a ello nos abocamos durante un buen rato en el patio, transformándose este pasaje en algo verdaderamente muy grato, en el cual pudimos comprobar la humildad y gran don de gente de los jóvenes que acompañan al histórico Tano en esta gesta. Y de ahí que nos perdimos el resto de la actuación de Estigma, así que quedará para otra vez.
Finalmente, y ante una muy buena cantidad de espectadores -nos sorprendió gratamente comprobar la gran movida que se gestó en Chacabuco, con muchos jóvenes entre el público... ojalá Chivilcoy abandonara un poco la mugre tropical y se contagiara de esta escena chacabuquense- ya largamente pasada la medianoche, fue el turno de CTM, el plato fuerte de la velada.
Lo primero que debemos remarcar fue el muy buen sonido del que dispuso la banda, haciéndose ésto especialmente notorio en la voz del Tano, que sonó ostensiblemente más nítida que en la fecha en Martínez. CTM es un cuarteto muy sólido, basado no sólo en las seis cuerdas del líder: todos aportan sus importantes ladrillos para construír esa sólida pared.
El setlist no difirió mayormente del ofrecido en el City Bar, entregando la banda un mix entre las composiciones propias y algunos hits almafuerteros, sobre todo de la última etapa, al cual se le agregaron tres viejas gemas: "El Pibe Tigre", el instrumental "Ceibo" y "Almafuerte". El resto fue más de por acá: "Todo es en Vano si no Hay Amor", "Pensando en Llegar", "Si me Estás Buscando", "Ser Humano Junto a los Míos" y "Donde Está mi Corazón". A ésto el Tano le sumó varios de sus temas actuales, y aprovechó la oportunidad para presentar las nuevas canciones que integran su reciente material, "Emergencia Vol. 1": "Reactivado el Engranaje", "Huellas" y "Asuntos Pesados". También tuvieron sus momentos en las voces Leandro Radaelli y Melina Marciello. Todo fue muy bien recibido por los presentes, siempre recibiendo un plus de euforia las canciones de su vieja banda.
Se notó a los músicos muy conformes y contentos de estar allí; de hecho lo remarcaron varias veces, con palabras elogiosas del Maestro para con la gente, el lugar, y hasta el dueño del mismo. Clara señal de que lo estaban pasando bien.
Una vez consumado el espectáculo, el Tano accedió a la insistencia de la gente para que hicieran un tema más y les dió el gusto con, precisamente, "Dónde Está mi Corazón". Luego bajó a saludar a la concurrencia y a tomarse fotos con (casi) todos, demostrando tanta grandeza sobre el escenario como cuando se mezcla con el público.
Redondeando, pasamos una gran noche en compañía de buenos amigos, en medio de un clima festivo y a la vez distendido y ameno, y disfrutando de una de las mejores propuestas de nuestra escena nacional, además de ver, dos veces en menos de un mes, a quien probablemente sea el mejor guitarrista de nuestras pampas. Qué más podemos pedir? Pues que se repita.
Reseña, videos y fotos:Javier Parente e Iván Marchesani, para OXIDO.-
El 3 de abril de 1992, el extinto sello Radio Trípoli lanzaba la que para nuestra humilde opinión, es la mejor obra del Rock argentino -Heavy Metal, en realidad-, perteneciente a la banda Horcas, el álbum "Oíd Mortales el Grito Sangrado", segundo de su discografía, y que marcaría el final de una etapa para dicha banda. La etapa marcada por la honestidad, el esfuerzo, la lucha, el espíritu under y la calidad para hacer esta amalgama de Heavy y Thrash de sus primeros dos registros.
La historia siguiente, que comenzó a partir del álbum "Vence" se identificó como un proceso intermedio hasta el fallecimiento de su líder, Osvaldo Daniel Civile, a sus tempranos cuarenta años de edad. Pasado este trágico hecho, Horcas se sumergió en la decadencia, la mentira, los plagios, las faltas de respeto para su historia y para su público de antaño. El ostracismo había comenzado, y persiste hasta nuestros días, un nombre perdido en manos de funestos, poco talentosos y bastante despreciables personajes.
Pero no es ésa runfla de escasa valía quienes nos ocupan, sino los antiguos luchadores que forjaron el grato nombre de Horcas, reunidos hoy día bajo el rótulo REINARA LA TEMPESTAD. Ellos son, por supuesto, Hugo Benítez, Gabriel "Ganzo" González, Eddie Walker y Oscar Castro. A quienes se les suma, en una decisión por demás de justa, Jorge Moreno, violero de Serpentor, ocupando el lugar del legendario Osvaldo. Muy acertado.
Este sábado 5 de noviembre, apadrinados por la productora Icarus Music, la banda se presentó en el porteño reducto El Teatrito, ubicado en la zona céntrica de la ciudad de Buenos Aires. Allá concurrimos, a disfrutar de este homenaje que se le iba a tributar al disco que mencionábamos al principio, de cuyo lanzamiento se cumplieron tres décadas.
Al arribar, en medio de una marcha que pasaba por Avenida Callao y que nada tenía que ver con el espectáculo que nos ocupa, pudimos notar que una gran cantidad de público se hallaba en las afueras del Teatrito, suficientes como para llenar el mismo. Esto nos complació mucho, y no nos equivocamos: cuando ingresamos vimos el lugar lleno de bote a bote.
Aproximadamente a las 21:30 horas, puntuales de acuerdo a lo anunciado, y solitarios protagonistas de la noche (no hubo teloneros), el histórico quinteto tomaba el escenario, ante una asistencia sumamente eufórica y demostrativa. "Azotes del Mundo" fue el tema elegido para comenzar.
Recinto a plenísimo, público totalmente excitado ante la propuesta, y mucho calor fueron las características que dominarían la noche. Nos ubicamos como pudimos sobre una plataforma que reza al fondo del local, y desde allí nuestra visión fue incómoda, pero nítida.
Por supuesto, sabíamos a las claras de antemano lo que nos esperaba. Se iba a realizar un repaso de todos -o la gran mayoría- de los temas que integran "Reinará la Tempestad" y "Oíd Mortales..."; a lo cual, nos decían, se sumarían algunas perlitas extra. Y algún invitado estrella que desgraciadamente no pudo quedarse... por ciertas desinteligencias con el sonidista, aparentemente.
Tocaron casi todo lo previsto. Si no nos equivocamos, de "Reinará..." apenas faltaron dos canciones; y de "Oíd Mortales...", una. A todo ello se le agregaron dos covers, "Momento de Luchar", de los primigenios V8; y "La Espada Sagrada", de Riff. Este nos sorprendió gratamente, es el tema de Riff que más nos gusta, y nos dijeron por ahí que era el favorito de Osvaldo Civile, y de ahí su integración al setlist. La otra perla fue la presentación de un tema nuevo, llamado "La Tumba", que va a estar incluído en su futura producción discográfica, que según anunciaron, será editada por Icarus. Qué importante es que éstos músicos continúen creando material.
Detalles más salientes de la velada:
* La voz de Hugo estuvo a la altura de sus grandes noches. Poderosa y bien arriba, tuvo que surfear entre algunos problemas de micrófono, pero el frontman descolló en su labor. Grande la voz del Thrash argentino!! Siempre locuaz, dedicó algunas frases a Osvaldo, a la escena nacional, a nuestros políticos delincuentes, a los desaparecidos por la pandemia, y hasta a... L-Gante!
* Eddie Walker fue, es y será el mejor bajista de nuestro Metal. Aparte, difícil encontrar otro tipo con tanta buena onda. Hasta le dedicó, emocionado, su solo a su mamá, presente en El Teatrito.
* Gabriel Ganzo, como el propio Hugo dijo, no necesita ninguna presentación. Por siempre será el baterista de Horcas. Uno de los más grandes del país, con un estilo propio e inconfundible.
* Oscar Castro tomó un rol protagónico, y lo hizo más que bien. Su papel no se limitó a secundar a Jorge Moreno, sino que se hizo sentir y notar. Aplausos para él!
* Jorge Moreno debió bailar con la más fea, que es la de tomar, en cierto modo, el lugar del Capitán que ya no está. El público lo ovacionó constantemente, demostrándole afecto, admiración y plena aceptación de que él sea el elegido para estar allí arriba.
* La producción del espectáculo a cargo de Icarus se puso de manifiesto: muy profesional, con pantalla lumínica con imágenes de fondo, alternando con el logo de la banda. Buen sonido, aunque algunos quejosos decían que los primeros temas no se escucharon correctamente. Hubo algunos inconvenientes con los micrófonos ya promediando el concierto.
* El público: muy numeroso, como ya dijimos. Agreguemos intensísimo, brindando aguante a base de cánticos (especialmente vitoreando a Osvaldo, llamando "Horcas" a los músicos, en una clara demostración de identidad...), agites, pogo, acompañando en todos los temas, y ovacionando a los artistas entre título y título.
Resumen: Alta noche de Metal vernáculo. Del mejor Metal hecho en éste país, ése que ahora es difícil encontrar. La excusa fue homenajear a uno de los grandes álbumes de nuestra historia, y todos se confabularon para que la noche salga redondita. Premio como destacamos, al esfuerzo, a la honestidad y al trabajo decente de músicos y productora, amparados en los presentes. Que se repita pronto (Aunque Hugo anunció la próxima fecha recién para enero de 2023), necesitamos mucho más de ésto, nos hace demasiado bien.
Reseña, videos y fotos: Javier Parente, para OXIDO.-
Zona norte del Gran Buenos Aires, localidad de Martínez. Lugar, el ya histórico City Bar, "la Tierra del Rock", según reza el slogan. Cita de sábado por la noche con la motivación, por un lado, de colaborar con una noble causa, ya que el show fue organizado por el conocido Randy Fischer, autor del libro "Luchando Hasta el Final", para tratar de conseguir fondos y alimentos para los pueblos originarios de la provincia de Misiones; como dijeron los músicos sobre el escenario: "Gente totalmente olvidada por el Estado".
Y además, la posibilidad de ver algunas propuestas sumamente interesantes del Metal vernáculo, destacándose por supuesto, la presentación de CTM, banda del gran guitarrista Claudio Marciello, ex integrante de El Reloj y obviamente de Almafuerte, entre otras varias agrupaciones.
Cuando llegamos al lugar, desde afuera escuchamos a un cantante que imitaba -bastante certeramente- el inconfundible tono vocal de Claudio O'Connor, ex voz de Hermética y actual Malón. Pues no nos equivocamos, porque al entrar pudimos presenciar buena parte del show de Urbano, cuarteto de Metal Argento que basó íntegramente su setlist en canciones, precisamente, de Hermética. Temas que todos hemos escuchado cientos de veces, pertenecientes a los tres álbumes de estudio de la banda que Ricardo Iorio creara tras la disolución definitiva de V8. Lo más notable fue, como dijimos, el timbre vocal del cantante, que tomó todos y cada uno de los clichés de O'Connor, amén de cantar muy similar a él.
Pasado el momento de Urbano, apareció Escristofrenia sobre las tablas. Se trata de un cuarteto oriundo de San Antonio de Padua, integrado por Maxi Ramírez (un excelente vocalista), Jonatan Castro en guitarras, David Castro en bajo y coros y Natanael Castro en batería. Suponemos que el apellido en común denota alguna filiación entre los tres.
Escristofrenia lleva editados dos álbumes hasta la fecha: "Fuera del Foso" de 2017 y "Que Viva el Rey", de 2022. Aprovecharon esta oportunidad para presentar temas de ambas producciones discográficas, sin que aparecieran covers. Los temas son muy bien logrados, quizás enrolados en el White Metal, según las propias palabras de los artistas. O sea, un Heavy Metal tradicional con letras cristianas.
La banda suena realmente bien, nunca los habíamos visto en vivo antes, aunque obviamente los teníamos de nombre. La labor de Maxi Ramírez fue interesantísima, poseedor de un timbre vocal poderoso, limpio y agudo. Le transmitió muchísima garra al mensaje, y despertaron aplausos en los presentes. El mejor tema a nuestro juicio: "Desterrado", con el que cerraron su actuación. Muy bien por ellos!
Pasados no más de quince minutos subió uno de los dos platos fuertes de la noche: Salvaje, nombre que en un principio no nos decía mucho, hasta que supimos que era la nueva banda de José Miguel Amurín, ex bajista de Logos, quienes hacían su debut esa noche; y que encima, iban a tocar un set íntegro de canciones pertenecientes al otrora grupo que el Beto Zamarbide y José Miguel Amurín compartieron entre 1991 y 1996. Salvaje se completa con Marcos González en voz, Isaías Gauna en guitarra y Leonel Avalos en batería.
Precisamente debemos dedicar un párrafo a Marcos González, el frontman. No lo conocíamos, pero nos sorprendió de un modo tal, que hacía mucho ningún cantante nacional lo lograba. No es que sea un alarde de virtuosismos ni que haya inventado la pólvora, pero señores: la actitud de este muchacho en el escenario contagia y transmite un poder, una intensidad y una energía que te dejan admirado. Al menos, eso nos pasó a nosotros: nos encantó Salvaje, y gran parte del mérito de lo lleva Marcos. Casi tanto como el que se lleva José Miguel Amurín, un tipo humilde y sumamente querible, al cual nos da mucho gusto volver a ver formando parte de la escena argentina.
Como mencionamos, el set de Salvaje se compuso íntegramente por temas de Logos (tremendos, todos!), destacándose "Marginado", "Como Relámpago en la Oscuridad", "Arden en el Cielo", "Quién Dijo?", "Ven a la Eternidad" y "No te Rindas". "Marginado" y "Arden en el Cielo" fueron interpretados dos veces durante la presentación, ante el reclamo del público para que siguieran tocando. Muchos aplausos y gran aprobación para Salvaje, sin dudas un debut altamente promisorio.
Para cerrar, la presentación del siempre excelente Claudio "Tano" Marciello, al comando de su banda CTM. Quiénes acompañan al virtuoso guitarrista en este presente? Pues nada menos que su hija Melina Marciello en batería, Giuliano Noé en la otra guitarra y Leandro Radaelli en bajo. Todos ellos, muy jóvenes. Y también siguiendo los pasos del Tano en cuanto a virtuosismo, especialmente Giuliano Noé, quien no se queda atrás en cuanto a protagonismo escénico con su viola, pese a estar al lado de un gigante de la escena argentina.
Lo que CTM ejecuta musicalmente hablando, es un poco la continuación del estilo que había destacado a Almafuerte en sus últimos años: un sonido alejado del Metal Argento y más cercano al Rock bien duro, basado en los múltiples arabescos que despliega la guitarra de Claudio.
Melina, la hija del líder, es un verdadero motor tras los parches, y muy simpática y carismática en escena. Cantó además, el tema "Viajeros", y su performance fue muy buena, también como vocalista.
Leandro Radaelli es un músico inquieto y sumamente eficaz en su rol, además de que aportó voces también en otro par de canciones, alternando con la del maestro Marciello, que si bien no es tan graaaan cantante como guitarrista (bueno, qué quieren, que sea Dios...??), cumple igualmente con creces. Quizás hubiese sido positivo que el sonidista le diera más power a la voz, porque por momentos los instrumentos no dejaban escuchar con claridad las letras.
Los temas se dividieron entre algunos clásicos de Almafuerte tales como "El Pibe Tigre", "Almafuerte" o "El Visitante", entremezclados con canciones de la nueva etapa. Entre otras, presentaron las tres que conforman el reciente lanzamiento de la banda, "Emergencia Vol. 1": "Reactivado el Engranaje", "Huellas" y "Asuntos Pesados". El Tano explicó que éste es el primero de cuatro maxis que completarán un álbum, de unos tres temas cada uno, y cuyas portadas se unirán al final del cuarto volumen, mostrando un todo.
Mucha gente presente en el lugar, mínimamente unas doscientas cincuenta personas, quienes brindaron su aguante y agite a CTM, especialmente durante la ejecución de los temas de Almafuerte, en los cuales el pogo se tornó feroz. El Tano es uno de los mejores (o el mejor...?) guitarristas argentinos y CTM es una banda que suena ajustada y poderosa, aunque pareciera que el público prefiera un poco más los temas de su antigua agrupación. Quizás porque ya alcanzaron, en su mayoría, un status de clásicos del Metal argentino. Y por la nostalgia que despiertan entre quienes siguen añorando el regreso.
Vivimos una gran noche de buenísimo Rock y Heavy Metal, en un lugar muy atractivo para concurrir, siempre nos encontramos con buenas vibras y mucha camaradería en el City Bar. Ojalá veladas como ésta se sigan repitiendo, por el bien de una escena nacional que ostenta un presente un tanto alicaído.
Y casi tres años después, pandemia mediante, volvimos a presenciar un evento internacional. La última vez había sido a fines de 2019; y ésta fecha que nos ocupa, la visita de SONS OF APOLLO, había sido anunciada por primera vez para abril de 2020. Postergaciones varias mediante, la noche definitiva quedó anunciada para el jueves 18 de agosto de 2022; y como teníamos entradas adquiridas desde más de dos años antes, allá fuimos. A sabiendas de que si los precios que estamos viendo para los recitales de bandas extranjeras se siguen manteniendo, difícilmente podamos concurrir a alguno más en estos tiempos que corren.
Problemas económicos dejados de lado, llegamos al Teatro Flores alrededor de las 20 horas, justo como para ingresar y asistir a la presentación de la única banda invitada, los ascendentes Fughu. Primera vez que los vemos en vivo, pero habiéndolos entrevistado hace años en nuestro espacio radial, sabíamos perfectamente de la buena fama ganada por estos representantes del rock progresivo argentino.
Originalmente formados a fines del siglo pasado (1998), Fughu acumula en la actualidad cuatro álbumes: "Absence" (2009), "Human (The Facts)" y "Human (The Tales)" (ambos de 2013) y el más reciente "Lost Connection" (2020). Un estricto sonido Progresivo caracteriza al quinteto, integrado hoy día por Ariel Bellizio en guitarra, Juan Manuel López en bajo, Marcelo Malmierca en teclados, Alejandro López en batería y Renzo Favaro en voces, éste último el integrante más nuevo de la banda, ingresado hace unos cinco años.
A lo largo de su presentación, que duró unos 45 minutos, la agrupación demostró alta capacidad en la ejecución, muy buen manejo del escenario por parte de Renzo Favaro, y canciones de muy buena factura. No es sencillo tocar Rock Progresivo, y menos en Argentina. Fughu ha tenido oportunidades de mostrar su arte fronteras afuera, cosechando muy buenas críticas. El público presente -que ingresó en aceptable número el momento en que Fughu tocaba- se manifestó cálidamente en apoyo a ellos.
Luego de una espera no tan extensa, a eso de las 21:15 hs. apareció la banda principal sobre el tablado, ante un Teatro Flores lleno de espectadores. La espera de casi tres años para ver a SONS OF APOLLO había llegado a su fin.
Siendo completamente sincero, quien escribe no es fan de SONS OF APOLLO ni de ninguna banda de su estilo. De hecho, ni los músicos excesivamente virtuosos ni los representantes del Rock / Metal Progresivo ocupan un lugar preponderante en nuestras preferencias musicales. Pero debemos reconocer que SONS OF APOLLO nos impactó de un modo que hacía rato ninguna banda lo lograba. No nos sorprendió, sabíamos de su indudable capacidad musical, pero sí nos golpeó en modo notable.
Por momentos, se torna increíble y hasta casi sobrenatural lo que estos cuatro músicos (el cantante, Jeff Scott Soto es sin dudas el más terrenal y "creíble") desarrollan a lo largo de los trece temas que componen su set. Tanto alarde de virtuosismo, permanente y constante, dejan sin aliento al espectador. Pueden arrancarte espontáneamente sonrisas o alguna lágrima, según tu sensibilidad o como respondan tus emociones.
El ultra famoso y archi popular Mike Portnoy está a la cabeza de éstas celebridades. Tras los parches, el baterista comanda las acciones, desarrolla su magnificencia e interactúa con los presentes.
Su ladero ideal es el tecladista Derek Sherinian, quien va de menor a mayor según van pasando las canciones. Fue el que, más que sonrisas, nos arrancó una especie de carcajada de felicidad, rara en nosotros.
Ron "Bumblefoot" Thal se encarga de las guitarras. Es decir, una, pero de doble mango. El ex violero de Guns 'N' Roses y de Asia soporta gran parte del sonido del quinteto, y se transforma en indiscutida referencia. Los lásers emitidos por su instrumento suman un colorido detalle que agrega magia a la performance.
El bajista fundador, Billy Sheehan, no estuvo presente en este tramo latinoamericano de la gira, y su lugar fue tomado -magistralmente!!- por el eximio bajista de Angra, el brasileño Felipe Andreoli, un músico al cual -honestamente- no teníamos tan visto y que nos pareció simplemente formidable. Un auténtico as, empuñando su bajo, también, de doble mango.
Finalmente, como dijimos, Jeff Scott Soto, el oriundo de Brooklyn, ex cantante de Yngwie Malmsteen y de Axel Rudi Pell, acostumbrado a trabajar con virtuosos, aporta lo suyo para completar el combo. La verdad que no nos parece un vocalista que esté a la altura de sus cuatro coequipers, pero Jeffrey canta bien y cumple bien su rol. Simpático, locuaz y bastante carismático, aporta también una fluída relación con el público.
Dos álbumes de estudio componen la escueta discografía de SONS OF APOLLO: "Psychotic Symphony", de 2017; y "MMXX", obviamente de 2020. Y hay que sumar un live álbum triple, "Live with the Plovdiv Psychotic Symphony", registrado en Bulgaria en 2018 y editado en 2019. Igual, como dato anecdótico y sumamente obvio, SONS OF APOLLO es una banda que se disfruta infinitamente más en un show en vivo que en los discos.
El setlist desarrollado en la noche de Flores se compuso de las siguientes canciones: "Good bye Divinity", "Fall to Ascend", "Signs of the Time", "Wither to Black", "Alive", "Asphyxiation", "Lost in Oblivion", "Desolate July", "King of Delusion", "New World Today", "Fígaro's Whore", el solo de teclados, "Coming Home" y el épico y grandilocuente final con "God of the Sun".
El sonido fue potente e impactante con cada nota de cada instrumento golpeándote directamente al estómago; y un correcto juego de luces. El público se comportó de maravillas, visiblemente conmocionado por la tremenda pericia de los artistas; en su mayoría, se vió gente de treinta y pico para arriba como edad promedio entre los concurrentes.
Esta demorada presentación de los norteamericanos fue organizada por NWM Productions, quienes ante la ingobernabilidad de las suspensiones motivadas por la pandemia del Covid 19, siempre se mantuvieron atentos a las requisitorias de quienes habíamos adquirido localidades, tratando de mantener informado al público, en medio de varias sucesivas suspensiones que se fueron dando. Felicitaciones a dicha organización por su profesionalismo y por no haber cejado en su intento de traer este excelente espectáculo a nuestras tierras.
Comentario, fotos y videos: Javier Parente, para OXIDO.-
Sábado 7 de mayo en el porteño barrio de Flores. Lugar: Planta Alta Rock Bar, un sitio al cual -increíblemente- concurríamos por primera vez, siendo que ya tiene un extenso historial dentro del circuito de shows del Metal under capitalino.
Primero, párrafo para el lugar: nos encantó! Pequeño, pero muy atractivo y acogedor. Se trata de la planta superior (obviamente!) de una vieja casa remodelada. Posee un correctísimo escenario, buen juego de luces y muy buen sonido. Una linda barra, mesas y sillas, balcón -enrejado- a Avenida Rivadavia (por si a alguno se le ocurre saltar?), espacio para poguear, salón tipo VIP para que las bandas se relajen... en fin, todo lo que debe poseer un buen antro que se precie de tal. Si fuera músico, me encantaría tocar en un lugar así.
Arribamos a eso de las 22 horas, e inmediatamente vimos subir al escenario a Daniel Abruzzese, histórico cantante de las épocas del génesis del Metal vernáculo, al frente de su nuevo proyecto, el cual debutaba esta noche. El mismo se llama simplemente ABRUZZESE, y ya cuenta con un disco próximo a salir, denominado "Metalvirus" (por qué será?). El popular "Tano" supo poner su potente voz al servicio de bandas primigenias como Lethal (en sus inicios), Dhak (a mediados de la década del 80'), Cráneo, y un poco más acá en el tiempo, Faraón (desde 2009 en adelante). Musicalmente, lo que su nuevo combo entrega -por supuesto- es Heavy Metal tradicional, aguerrido, con voz poderosa y mucha melodía. No podía esperarse otra cosa, claro. Aunque algún que otro tema arranca para el lado del Thrash, como por ejemplo "Morir en el Intento".
Mucha humildad y virtuosismo en el vocalista, como brindándole más importancia a las restantes bandas, y no molestándole abrir el espectáculo cuando todavía era temprano y no había demasiada gente. Muy profesional, ABRUZZESE entregó lo mejor de cada uno de sus músicos; escuchando los presentes temas como "Espíritus Malignos", "Inocencia" (el que más nos gustó), "La Batalla", "Humanos Sin Control" y el referido "Morir en el Intento". El hombre se encuentra realmente pleno, pese a los muchos años transcurridos desde sus primeros pasos. Poco más de media hora en el tablado, dejando al público -como siempre es conveniente- con ganas de más. Y el terreno bien sembrado para quienes seguirían después.
El segundo turno fue para una banda que transita los caminos del Power Metal. Se trata de SORCERER, cuarteto formado en 2017, que cuenta en sus filas con el grandioso cantante Charly Coria (también voz de la actual versión de Bloke), el bajista Eduardo Grandín (también integrante de Scottus y ex Cabral), el violero Arturo Santa María y el batero Mariano Riva. Muchos adeptos al grupo presentes en el lugar, y los músicos que aprovecharon la ocasión para presentar canciones de sus dos producciones discográficas: "Incantation", un e.p. que data de 2017, y "Dire Prophecy", un full álbum lanzado en 2020. Ambas placas tienen edición en vinilo, algo realmente digno de destacar.
SORCERER, puede decirse, es un cuarteto que destila virtuosismo: su bajista y su guitarrista entregaron pasajes de mucha versatilidad musical y amplio dominio de sus instrumentos, mientras que Charly Coria... qué podemos decir de él? Sin dudas, uno de los mejores en su función, dentro de la actual escena nacional.
Los temas nos parecieron grandilocuentes y muy melodiosos, destacándose -para nosotros- "Cosmic Ice" como el mejor. SORCERER también nos regaló una logradísima versión de "Blood of my Enemies", gran clásico de los americanos Manowar, impecablemente ejecutada, y que arrancó furiosos aplausos de parte del público.
Alrededor de 45 minutos sobre las tablas para ellos; y un compás de espera hasta que llegaran los históricos DEVASTACION, quienes debían arribar desde otro concierto más tempranero, en Isidro Casanova. Como dijo el carismático Walter Ortiz al subir al escenario: "Llegamos cagando aceite, como es lógico tratándose de metaleros pobres...". DEVASTACION fue la principal razón por la cual asistimos esa noche a Planta Alta. Se trata de una banda a estas alturas legendaria, formada allá por 1987, pronta a cumplir nada menos que 35 años de existencia... algo de lo cual muy pocos se pueden jactar.
Honestidad extrema, brutalidad sonora, furiosos machaques y los mejores relatos de historias del Metal argentino, son los conceptos adecuados para describir a DEVASTACION. Si nunca los escuchaste, tomate el trabajo de seguir sus temas letra en mano, y allí comprenderás el porqué afirmamos que Walter Ortiz es el mejor letrista de nuestra escena. Sí, aún por encima del mejor Iorio. Aunque algunos se enojen ante nuestra afirmación, nos hacemos cargo de lo que pensamos.
Thrash muy intenso desbordante de adrenalina es lo que musicalmente nos entregaron estos veteranos y esforzados músicos. Coqueteando por momentos con el Death Metal, pasaron algunas composiciones de todos sus álbumes, como "El Metalero", "Bárbara Imposición", "Cuatro Amigos", "Por las Rutas", "Muerte Cumbia" (una gran declaración de principios a la cual adherimos fervorosamente!!) y la mejor a nuestro entender: "Operación Masacre", con la cual cerraron su show.
Walter Ortiz se tomó su tiempo para hablar con la gente entre tema y tema, sin dejar de lado un toque de buen humor en la mayoría de sus frases. En esta versión 2022, acompañan al inoxidable líder: Daniel Cafferata en bajo, "Bocha" Herrera en batería y Nicolás Oliva en guitarra. A nuestro humilde entender, una de las mejores formaciones que la banda tuvo a lo largo de sus tantos años de historia.
Transcurrido el recital de DEVASTACION, que también ocupó unos 45 minutos sobre el tablado, fue el turno de ANTHAÑOS, combo de Metal Argento proveniente de la zona sur del Gran Buenos Aires (Glew / Guernica). Se presentaron como trío, ante la ausencia por fuerza mayor de uno de sus guitarristas, pero lamentablemente sólo alcanzamos -por una cuestión de falta de tiempo- a escuchar dos de sus temas, por lo cual sería injusto dejar una opinión sobre su actuación. Sí les contamos, para quienes no sepan, que ANTHAÑOS cuenta ya con dos discos en su haber: "Vivencias", de 2016 y "Raíces", de 2019, ambos lanzados en modo totalmente independiente. Muy bien por ellos!
La organización del evento corrió por cuenta del sello platense Metal Command, y debemos destacar que fue muy eficiente. Los artistas subieron a horario, se respetaron los tiempos, todo fue correcto y normal en su desarrollo.
Sintetizando: una de esas noches repletas de euforia / adrenalina y delicioso sabor a Metal under, siempre hermosas de vivir; y que particularmente, sentimos que nos rejuvenecen años cada vez que asistimos a alguna de ellas... Larga Vida, por Siempre, al Gran Metal Argentino!!!
Comentarios, fotos y videos: Javier Parente, para OXIDO.-
Sábado 2 de abril por la noche, y el Teatro Flores era el lugar elegido para la primera presentación del año en vivo del prócer del Metal de estas tierras, el señor RICARDO IORIO.
No me explayaré en presentar a IORIO, ya deberían conocerlo. Solo me limitaré a decir que es lectura obligada para todo fan del Heavy Metal y afines, más aun si les gusta lo nacional. Es quien puede contarnos la historia del Metal Argento, porque la vivió y porque fue parte de su origen, de su crecimiento y lo es de su actualidad (aunque a algunos no les guste y prefieran negarlo).
Como teloneros, se anunció a Devastación, banda Death Metal la cual ostenta el título de la banda más vieja en actividad de nuestra escena. Por mi ingreso tardío al local, no puede apreciar su presentación.
Pasados diez minutos de las 21 hs., la banda de excelentes músicos que acompaña a IORIO, subió al escenario y dio inicio con una versión del Himno Nacional Argentino. Concluyendo ésta, tomaba el escenario la leyenda del Metal argentino, con los tapones de punta y con “Por nacer”, de Almafuerte.
Dicho día se conmemoraba el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Malvinas”, por lo cual el emotivo homenaje a quienes dieron la vida y más en dicho conflicto bélico, llegó con el segundo tema: “El Visitante”.
A IORIO se lo ve distendido en el escenario, mas allá de los tantos problemas que tuvo con la “chicharra”, la cual tiró en varias ocasiones. El solo tiene que cantar y, obvio, ser IORIO. Un IORIO que habló mucho entre tema y tema. Polémico, verborrágico, sincero y por momentos gracioso; sus mini monólogos ya son un show aparte de lo musical.
Y cuando me refiero a “que sólo tiene que cantar”, es porque quienes lo acompañan son una garantía. Como cuando vas a jugar al fútbol, y vos sos un crack, pero ya tenés unos años encima; y los pibes que llevás, le ponen huevo todo el partido. Y obvio, sabés que no vas a perder. Bueno, así. Disculpen la sinceridad.
“Patria al Hombro” para que explote un Teatro colmado de gente; para continuar con “Hoy es” (ambos de Almafuerte).
Quizás uno de los momentos más emotivos de la noche llegó con “Debes Saberlo”, también de Almafuerte (banda de la cual sus canciones ocuparon gran parte del setlist).
Con imágenes de gauchos y folklore nacional en el fondo, es turno de una pesada versión de “Me Gusta la Gente Simple”, original de Facundo Cabral.
Llegaba el primero de la H: “Yo no lo Haré”, y también el segundo: “Desde el Oeste”.
Ya con la piel de gallina, IORIO nos emociona con “Si me ves Volver”.
Hubo lugar para un único tema de V8 en toda la noche: “Cautivos del Sistema”.
A saltar todos con “Toro y Pampa”, y luego a corear con “Unas Estrofas Más” (también ambas de Almafuerte).
En cuanto a la banda… Qué decir de los hermanos Martínez, quienes ya ocupan un lugar destacado en la escena metalera nacional, sin la necesidad de ser ex de nada ni de nadie. Walter, gigante tras los parches, un músico del que IORIO nunca debió haberse desprendido. Rubén, en una de las guitarras y coros, derrocha oficio en el escenario. Alguien al que IORIO le brinda su confianza, ya que en un momento le cede el micrófono central y se va tras bambalinas. Y Rubén no se achica y se hace cargo de una poderosa versión de “Pa’l Recuerdo”.
En la otra guitarra y en el bajo, la sangre nueva de la banda y, creo que ya lo podríamos ir diciendo sin miedos: la sangre nueva del Metal argentino, los hermanos León; Alejo y Facundo. Dos veteranos como los Martinez formando un gran equipo con dos pibes, como los León.
En los teclados, casi como en un mundo aparte, Johana Gieco, la única integrante femenina de la banda, brinda el equilibrio necesario. En un momento nos regala con sus manos una hermosa versión de “Vida Impersonal” (Hermética), la cual fue cantada íntegramente por el público.
“Siempre fuí, soy y seré un gil”, fueron las palabras de IORIO para darle paso otro clásico de la H: “Gil Trabajador”.
Contó IORIO que “por la necesidad de unas chirolas” se vendieron los derechos del show de Almafuerte en el estadio de All Boys del año 2013 (el cual aparentemente será editado pronto), agregando que el dinero recaudado, iba a servir para medicamentos oncológicos.
Entre algunas de las frases de RICARDO: “Pónganse a estudiar”, “La concha de mi macho” (para luego explicar que estaba adaptando su léxico) y “Debe ser el único país que los que perdieron la guerra, son los que escriben la historia”.
La ovación no paraba (no paró en ningún momento). Ante el “ole ole le ola la la, IORIO es lo más grande del Heavy nacional”, su respuesta fue que había que cantar “ole ole le ola la la IORIO es lo más grande del Metal Pesáo”; para luego re adaptar el cántico: “baila la hinchada baila, baila de corazón, somos los negros, somos los grasas, pero conchetos no”, por un final que decía “somos los negros, somos los grasas, pero mapuches no”. Sin pelos en la lengua, el ex V8, ex Hermética y ex Almafuerte.
Ya el espectáculo promediaba su final, y pasaron “Se Vos” y “Del Más Allá”, esta última con imágenes en la pantalla de amigos y compañeros de ruta de RICARDO, los cuales ya no están; entre ellos Osvaldo Civile (V8 y Horcas) y Ricardo “Chofa“ Moreno (imagen a la cual IORIO le tiró un beso), quien fundara V8 junto a IORIO comenzada la década del 80.
Momento para el último de Hermética en la noche: “Tu Eres su Seguridad”.
El cierre fue con “A Vos Amigo”, uno de los temas más clásicos de Almafuerte.
En tiempos donde es popular el auto tune, y donde la propaganda oficial paga a la cumbia y el trap para endulzar a las masas, es más que grato ver en pie al señor RICARDO IORIO. Sincero, auténtico y pesáo, como él le gusta que digan. Y por sobre todas las cosas: ARGENTINO. Por muchos años más de RICARDO IORIO, quien ya dije en otra reseña anterior, se hizo amigo de su pasado y su historia, de la cual es amo y señor, por más que algunos sigan viviendo de ella.
Dos años y dos meses, el tiempo exacto que la pandemia del Covid 19 nos hizo perder en cuanto a poder disfrutar de lo que más nos gusta y atrapa: ver tocar bandas de Metal en vivo. Pero toda ordalía llega a su final, y así fue como este pasado viernes 18 de marzo nos pudimos hacer presentes en el City Bar de la localidad de Martínez, en Zona Norte del Gran Buenos Aires, reducto al que siempre hemos hecho referencia por distintos conciertos allí montados, pero donde nunca habíamos estado presentes antes. Un local que nos agradó mucho: en él se puede encontrar un ambiente de gran cordialidad de parte del personal, camaradería del público, y un sitio acorde para que bandas de mediana convocatoria puedan desarrollar lo suyo con muy buen sonido, adecuado juego de luces y tranquilidad organizativa.
Fue así que a eso de las 21 horas ya estábamos en Avenida Fondo de la Legua al 2550 para asistir -por primera vez en todos los casos- a las presentaciones de Raza 1982, Inhumano y Lealtad. Cabe mencionar que Lealtad ingresó algunos pocos días antes a la grilla, porque originalmente se iba a presentar en su lugar la banda rosarina Caudillos.
De modo que minutos antes de las 22 horas subía a las tablas este trío oriundo de la ciudad bonaerense de José C. Paz, a quienes no habíamos tenido la suerte de escuchar previamente. Los integrantes son Eddy Brandan en bajo y voz, Emma Ferreyra en guitarra y voz, y Ale Ojeda en batería.
No había demasiada gente todavía en el recinto, pero estos músicos asumieron con mucha responsabilidad y profesionalismo la misión de ser quienes abrían la noche. Lo que mostraron, a lo largo de aproximadamente 45' de show, fue un Heavy Metal tradicional muy bien ejecutado, con temas propios, bastante gancheros y bien tocados. Lealtad entretuvo eficazmente a quienes habíamos llegado temprano al recinto, dejándonos con ganas de seguir escuchándolos. En diversos pasajes los temas son interpretados a dos voces, irrumpiendo en determinados momentos poderosos agudos por parte del bajista y voz líder Eddy Brandan. El sonido acompañó correctamente el desempeño del trío, lo cual redondeó en un muy buen acto de apertura para la noche.
Un rato antes de las 23 aparecieron en escena Inhumano, banda que existe desde 2019 y ya tiene un álbum independiente en su haber, registrado únicamente en formato digital y lanzado en 2021. El mismo se llama "Sentirse Vivo", y aprovecharon la ocasión para presentar los temas que lo integran. Este cuarteto toca básicamente Metal, con influencias de bandas noventeras. Especialmente el estilo del bajista Damián Pinto deja este detalle bien en claro. David Martínez es la voz, Charly Castillo el guitarrista y Daniel Rodríguez el batero. Son oriundos de las localidades bonaerenses de Mercedes y de General Rodríguez. Cumplieron una potente actuación, siendo premiados con los aplausos de los presentes.
Momentos antes de medianoche, y ya con una mayor concurrencia de fanáticos, el trío integrado por los ex Cruz de Acero Mario Aguirre en bajo y voz, y Pablo Maciel en batería, además de Marky Giampietro en guitarra, Raza 1982, aparecía tras el telón. De inmediato una sólida descarga de energía salió del escenario, con un intenso feedback por parte de los efusivos fans, a quienes en más de una ocasión Mario Aguirre llamó "familia".
Raza 1982 es, básicamente, una banda que podría ser rotulada como "Metal Argento". Su sonido muy ganchero y las melodías de la guitarra de Marky Giampietro lo encuadrarían en dicho estilo, pero el sello distintivo lo demarcan, muy notoriamente, sus letras. Las mismas, de neto corte nacionalista y patriótico, son compuestas por Mario Aguirre. Un notable creador que irremediablemente nos trae memorias del ya lejano mejor Iorio... Para el vocalista, quien posee un estilo muy personal de canto, es fundamental que el mensaje llegue. Y creemos que lo logra. Al menos para quien les redacta, las letras de Mario contienen un profundo y emocionante sentir de amor a la Patria, a la bandera, a los próceres históricos, a la amistad y por qué no, a un buen vaso de vino. No dudamos en afirmar que Raza 1982 conmueve y moviliza, a veces casi hasta las lágrimas, a aquéllos quienes creemos en el honor, la educación, los valores que nos enseñaron nuestros padres, el respeto y el desprecio hacia nuestra impresentable clase política toda.
Raza 1982 ha registrado hasta la fecha cuatro placas de estudio: "Sentir Nacional", "Somos la Raza", "Haciendo Patria" y "Unidos o Dominados". No existe edición física de los álbumes, todos son en formato digital. Y teniendo en cuenta que se formaron en 2017, se puede decir que son muy prolíficos, a razón de un disco por año.
Durante la noche de Martínez sonaron piezas tan rugientes como conmovedoras: "Vendepatria", "Mi Nombre es Manuel", "Intendente", "Pucará", "Somos la Raza", "José de San Martín", "Metalero y Argentino", "ARA San Juan", "Guemes", "Cantor Orejano" y "De Puro Curda", entre otras. Sonido muy poderoso y nítido, y activa participación de la gente, en medio de numerosas banderas alegóricas con los colores patrios. El concierto duró aproximadamente una hora, dejando a todos con ganas de seguir, especialmente a nosotros, que los veíamos por primera vez, y que sin dudas no será la última. Un concierto intenso, basado en la contundencia del mensaje y en la emoción que dicho mensaje implica y transmite. Para quienes estuvimos ahí, una bocanada de aire fresco después de tanto tiempo de asfixia, encerrados y angustiados por la situación imperante. Esperando un pronto reencuentro con Raza 1982, el haberlos visto en directo nos deja afirmar que ya se encuentran entre quienes ocupan el tope de nuestras preferencias, en cuanto a Metal vernáculo se refiere. Mérito exclusivo de ellos!!
Sábado 7 de marzo, un día tranquilo para asistir al reducto Uniclub, en Balvanera, para ver por
primera vez en Argentina la visita de los polacos Mgla, en el marco de su gira "Age of Excuse". Una
opción distinta, ya que estamos por un lado acostumbrados a recibir una y otra vez bandas que se
repiten, y por otro a veces suelen visitar estos lares algunas perlitas, éste es el caso de Mgla.
Al igual que sus compatriotas Batushka, quienes visitasen en el 2018 el país, este proyecto
proveniente de Cracovia, mantiene en una total intriga la identidad de sus miembros. Según
palabras del vocalista Mikolaj Zentara, Mgla no pretende difundir una imagen o nombrar sus
canciones como cualquier otra banda; lo importante según Mikolaj, es difundir y hacer que la música de Mgla se expanda a los oídos y gustos de la escena.
Aunque convengamos que la imagen es particular, porque ellos suben al escenario con los rostros totalmente cubiertos con una máscara de tela negra, buzo encapuchado y camperas de cuero (imaginen un 7 de marzo con 31 grados de calor en Buenos Aires), esta gente lleva a cabo su
presentación con total profesionalismo.
Arribamos al Uniclub alrededor de las 20:30 hs., con cierto retraso, pero llegamos mientras
terminaba su set la segunda banda soporte Nuclear Sathan, ya había pasado Polución Social.
Obtuvimos buenos comentarios de ambas performances considerando que las dos bandas tienen
una corta trayectoria en la escena.
Luego de unos minutos de arreglos fue el turno del soporte principal, Demiurgo. Y ya se preveía lo que vendría, Demiurgo ofrece una puesta en escena con máscaras cubriendo los rostros de los músicos ocultando sus identidades, tocando un Black Metal que sonó bastante bien; siempre tenemos que decir como comentario negativo en todas las presentaciones de shows internacionales, el poco interés en que una banda local suene bien: había cierta saturación en todos los instrumentos. Al margen del sonido, debo destacar que los chicos hicieron funcionar muy bien su momento sobre el escenario y ofrecieron una buena antesala al número principal, su Black Metal es intenso; hasta incluso rememora al áspero Black polaco. Para el último tema subió como invitado el vocalista Dany Tee (Seelenmord-Acathexis), quien aportó su poderosa voz para realizar un cover (si me equivoco corríjanme) de Dissection, ”The Somberlain”, salvo que al principio nuevamente los problemas de sonido hicieron que no se escuchase nada desde el micrófono, pero luego sí se pudo apreciar. Fue una muy buena presentación de los de zona Sur, reivindicando una vez más que, aunque pocos, la escena extrema argentina está siempre vigente y constantemente aparece un nuevo proyecto que transita una vereda apartada de lo común. Espero volver a verlos en otras presentaciones, porque merecen su lugar y sin dudarlo son músicos ideales para eventos como el Obscene Extreme.
Bien, finalizada la presentación de Demiurgo, tras esperar unos 40 minutos, entre los que se
hicieron las pruebas de sonido pertinentes al caso, a las 22 hs. como estaba planeado, llegó el turno de la banda polaca.
Se abrió el telón, las luces estaban tenues y el ambiente con humo, el cuarteto a cara tapada hizo su aparición sonando "Exercises in Futility I"; para abrir el espectáculo que comenzó demoledor.
Debo decir que la puesta en escena de Mgla funciona muy bien: la imagen con los rostros
cubiertos y la parquedad (como toda banda polaca) son una excelente combinación, lo único que pensaba era en el calor que debería tener esa gente con tanta ropa puesta (risas!). Luego llegó el momento de "Exercises in Futility IV"; y comenzaron los primeros pogos de la noche, que se sostendrían luego durante todo el concierto.
La banda suena muy bien en vivo, el sonido es un macizo golpe al cuerpo, demarcado desde las
bases de la batería a cargo de Darkside y el incesante repiqueteo del bajo de The Fall. Luego
tenemos las notas de EVT en la guitarra y la potente voz de M. Incesantes e incansables, los
músicos descargaron su oscuridad polaca.
Pasaron temas como "Mdlosci II", "Exercises in Futility II"; o la intensísima "Age of Excuse III", que deleitaban al público presente, se vivía el concierto con mucha intensidad desde el momento que comenzó. El ascenso de Mgla en la escena extrema fue de menor a mayor tras la salida en 2015 de "Exercises in Futility", un disco que tuvo muy buena crítica en los medios especializados, y ello sumado a su particular forma de presentarse en público.
La noche continuó con "With Hearts Toward None VII", y "Exercises in Futility VI".
El Uniclub estuvo contó con una buena capacidad de gente, casi a tope; digamos que estaba lleno pero no apretado, y eso que hacía mucho calor. Y contamos que desde el segundo o tercer tema la gente ya estaba en plena descarga sónica agitando las cabezas, estrellándose uno contra otro y viviendo el momento a pleno, me llevo la impresión de que a todos les gustó el espectáculo; es que considero fue una presentación muy contundente como hacía mucho no veía. El show fue concreto, comenzaron a tocar, solo pararon un minuto a la mitad para beber un sorbo de agua, y así
continuaron hasta el final cerrando con "Exercises in Futility V".
Casi una hora de show, como lo suelen hacer en todo sitio que tocan, y se retiraron del escenario con apenas un ademán de saludo, solo el baterista Darkside se acercó a la gente a saludar. Pero esto es Black Metal, es lo que fuimos a ver y quedé muy conforme por lo que presencié.
La peste pasó por Buenos Aires!
La organización estuvo a cargo de Icarus Music, y el setlist fue el siguiente: Exercises in Futility I Exercises in Futility IV Mdlosci II Exercises in Futility II Age of Excuse II Age of Excuse III With Hearts Toward None VII Exercises in Futility VI Exercises in Futility V
Reseña, fotos y videos: Luis Disanti, para OXIDO.-