A las 22 horas, tras un rato de trabajo de los asistentes detrás del telón, y con los acordes de "The Funeral Pyre" (incluído en su último álbum "Lucifer IV"), a modo de introducción, la banda de Anders "Nicke" Andersson (también integrante de Entombed y de Hellacopters) daba el puntapié inicial para su primer show en Latinoamérica tras ocho años de su creación.
Lo que vimos de LUCIFER en directo no difirió de lo que ya habíamos apreciado de ellos en los conciertos que se pueden ver en internet: mucha fuerza escénica y potente presencia de la vocalista Johanna Platow Andersson -a quien ya habíamos apreciado en The Oath-, quien se lleva, obviamente, gran parte de la atención del público, tanto por el aspecto visual ( no menor, con su abundante cabellera rubia y su vestuario sugerente) como por su alta performance vocal: Johanna posee un poderoso registro y sabe bien cómo utilizarlo.Nicke le pone muchísima garra y fuerza a su actuación tras los parches, amparada en la simpleza, y transformándose en un verdadero nerviomotor para el sonido de LUCIFER, mientras que los dos violeros y el bajista (Linus Bjorklund, Martin Nordin y Harald Gothblad) no se limitan al papel de partenaires de la pareja líder. Todos aportan sus trabajos y capacidades para ir llevando la banda hacia adelante y transformar los 75 minutos que dura el show en una ráfaga de poder sónico que termina yéndose rápido, y dejándote con ganas de, por lo menos, tres o cuatro canciones más.
"Ghosts", "Midnight Phantom", "Wild Hearses", "Crucifix (I Buen for You)", "Leather Demon", "Coffin Fever", "Archangel of Death" (uno de los mejores), "Mausoleum", "Orion", "Bring me His Head" (hit!), "Cemetery Eyes", "California Son", "Reaper on Your Heels"; más los bises "Dreamer" (gran tema!) y el cover de Blues Oyster Cult "(Don't Fear) The Reaper" conformaron el setlist de los suecos. Quince composiciones en total, para un concierto que, como dijimos, tuvo sabor a escaso. Pero eso es buena señal, significa que nos gustó mucho y que hubiésemos deseado que siguieran un rato más.
Muy buen sonido en el Uniclub, por lo menos para las dos bandas que nosotros pudimos ver. Mucho público en el recinto, que dedicó incondicional atención a los artistas principales; obviamente LUCIFER no es una banda para un pogo demasiado efusivo ni nada de eso, por lo cual se puede disfrutar tranquilamente de la música y de la performance en general.
Merchandising bastante oneroso -traído por los propios artistas-, que se vendió como pan caliente entre los fanáticos. Una noche sumamente interesante para compartir ésta propuesta, que por lo que vimos, tiene bastantes adeptos por estas tierras. Ojalá se produzca un regreso pronto, que seguramente tendrá lugar si es que a LUCIFER le han sentado bien los aires de Sudamérica.
Reseña, fotos y videos: Javier Parente, para OXIDO.-
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