El pasado
28 de septiembre hizo su presentación por primera vez en Argentina
la agrupación Alice In Chains. Los oriundos de Seattle, liderados por
el guitarrista Jerry Cantrell, sin dudas son unas de las agrupaciones
más importantes del rock de los años 90. Dueños de un particular -casi único- estilo, supieron cosechar fama y billetes a granel
durante gran parte de esos años. Por aquel entonces los máximos
exponentes de la agrupación fueron el hoy fallecido cantante Layne
Staley y el eximio guitarrista Jerry
Cantrell. Heroinómano y depresivo, Layne tenía la increíble
capacidad de activar los cinco sentidos del oyente gracias a su
agonizante timbre de voz. Este hermoso combo lo completa Cantrell,
quien con su potente guitarra entremezcla melodías y disonancias que
acercan la pieza musical a bellos himnos de agobio y desesperanza.
Luego de
la edición del disco homónimo, la carrera de AIC se tornó
intermitente en lo musical y ajetreada en todo lo demás. Con la
muerte de Layne en el 2002, se cierra definitivamente una etapa, pero
¿se abriría una nueva? La duda empieza a diluirse con la edición
del disco “Black
Gives Way to Blue” en el año 2009. El LP fue bien recibido por
la crítica y el público en general. Lo cual dio pie a nuevas giras,
entrevistas, y más giras.
Hoy,
luego de la edición de su sexto álbum de estudio, se reconfirma lo
hecho anteriormente, con una formación totalmente establecida y
aceitada.
Ahora nos
disponemos a pasar revista del show.
Siendo
poco más de las 21 hs. y ante un Luna Park prácticamente lleno, se
apagan las luces sentenciando el inicio. La pieza elegida fue “Them
Bones” de su disco más aclamado: “Dirt”; pegado llegó el
mazazo “Dam That River” y el delirio del público. En estos
primeros minutos dos cosas estaban claras: el sonido y la
predisposición de la banda para con su público eran óptimas. Y así
llegaron más temas, en este caso de sus últimos dos trabajos:
“Hollow” y “Check My Brain”, mostrando que en vivo estas
piezas son de alto contendido metálico.
El cantante y guitarrista
William DuVall
ocupa un rol protagónico estelar, en especial por la primera de sus
funciones. El caudal vocal del ex Madfly es sorprendente y emociona.
Aún, con una voz distinta a la de Staley ha sabido acoplarse a la
perfección con las melodías del gran Jerry. Por si fuera poco, el
tipo toma posición en el centro del escenario teniendo la difícil
tarea de arengar y contagiar al público. En todos los rubros el
moreno obtuvo una altísima nota. Cantrell se limita a demostrar sobre las seis cuerdas y cantar, manteniendo un bajísimo perfil. De
cualquier manera su sola imagen resulta hipnótica. Su status de leyenda lo ha transformado en un personaje imprescindible a la
hora de entender el rock de las últimas dos décadas.
Hablamos de las
voces, las letras y las melodías de guitarra, como las marcas
características de AIC; sin embargo en el directo la banda suena más
compacta y pesada, con sonidos graves que en ciertas ocasiones parece
sonar varias octavas retrasadas. Esto se traduce en clima y ritmo,
siendo el responsable de ello el comandante de las cuatro cuerdas, Michael Inez. Un tipo que dejó en claro el rol fundamental de un
buen bajista en este tipo de música. Algo que en estos tiempos
parece haber quedado en un tercer plano.
Los temas
que completaron la lista fueron “Again”, “Man In The Box”
(desatando una fiesta en todo el estadio; que quede claro: este tema
no se canta, se grita), “Got Me Wrong”, los poderosos “Phantom
Limb” y “Stone” de su última placa, y “No Excuses”. A partir de allí empieza una transición hacia las piezas más
oscuras: “Jar Of Flies”, “It Ain't Like That”,
“Facelist Nutshell”, y los sorpresivos “God
Am” y “Junkhead”. Los bises fueron “Down In a Hole” y
“Would?”, cerrando luego de hora y media cronometrada con
“Rooster”. Quedando la sensación de que el show fue algo corto.
El sonido
fue impecable de principio a fin, al igual que el desempeño de los
músicos en el plano individual y colectivo.
Los
estadounidenses mostraron porque fueron, son y serán una pieza clave
en el rock de los 90, que al parecer se extiende hasta nuestros días.
Pero lo más importante es que hoy, aún después de veinticinco años de
su creación y tanto menos de la explosión del movimiento Grunge,
encontramos a Alice In Chains una vez más, formando parte de la elite
del Rock Mundial.
Comentario y fotografías: José María Aicardo, para OXIDO.-
Muy buen review del recital. Estuve ahi. EL show me pareciò muy corto para una banda que tenia cuenta pendientes. Nunca imaginé que AIC podía tener seguidores tan fervientes, a pesar que su musica no entre en los canones del "aguante". Estuve en la platea izquierda al escenario, no me pareció bueno el sonido. Saludos desde CABA!
ResponderEliminarEso mismo que decís acerca de la duración del show, lo estuvimos leyendo en otros sitios, así que parece haber una coincidencia general...
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario y por tus elogios.
Saludos!!