lunes, 28 de febrero de 2011

PRIMAL FEAR + ANVIL en El Teatro Flores, 25/2/2011



Último viernes de febrero, las vacaciones se nos van para muchos y… ¡qué manera de terminarlas! A las 18 horas unas mil ochocientas almas estaban convocadas para presenciar lo que sería el debut en Argentina de la banda de culto canadiense ANVIL y una nueva visita del bombardero alemán PRIMAL FEAR.
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Las puertas se abrieron prácticamente una hora después de lo pactado, debido a que hubo un retraso en los vuelos, y las bandas que encabezaban la grilla hicieron sus pruebas de sonido después de lo previsto.
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Las dos bandas locales encargadas de hacer entrar en calor al público fueron Corsario Negro, oriundos de Córdoba; y Hyedrah, de la provincia de Buenos Aires. Sobre estas dos bandas no me voy a explayar mucho, debido a que no gozaron de buen sonido en absoluto, y más allá de la evidente garra que le pusieron, es difícil apreciar a un grupo en el que de a ratos no se escuchaban las guitarras o el cantante. Este contratiempo fue una verdadera lástima, ya que la actitud era más que notable de parte de ambas agrupaciones.
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Promediando las ocho de la noche -con el telón cerrado-, se empezaron a escuchar golpes, notas de bajo tiradas al aire y algún que otro riff conocido… Cada tanto un “One, two, one…”, dicho por una voz conocida. Nada más y nada menos que el combo canadiense ANVIL se encontraba ajustando los últimos detalles para dar inicio a su primera presentación en Buenos Aires.
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Fue entonces cuando fui a la barra, tomé una cerveza y me detuve a mirar a la gente. El Teatro se encontraba ya a poco más de medio llenar, por un público relativamente joven para lo que nos tiene acostumbrada la escena local. Había un ambiente destacablemente bueno, que pedía por lo que estaba por venir: ANVIL.
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Cuando el reloj marcaba las ocho y media, se bajaron las luces, el telón se abrió y aparecieron sobre las tablas del Teatro los tres miembros de ANVIL, aquella banda de culto que supo ganarse una nueva oportunidad y conmover a muchos con la película/documental “ANVIL: The Story of ANVIL”, lanzada en 2008. El line up está conformado por “Lips” Kudlow en guitarra y voces, G. Five en el bajo y Robb Reiner en batería.

Abrieron con un instrumental en el que Lips jugó mucho con el público, y desde el primer segundo se le notaba una sonrisa en la cara. De golpe comenzó "666" del disco ‘Metal on Metal’. El set del combo canadiense repasó toda su discografía, con cortes pertenecientes del primer al último álbum. Algo que me llamó la atención fue la cantidad de gente que conocía más que los clásicos, siendo ésta una banda de culto que retomó la fama a raíz de un documental en el que se ve poco más allá de la producción del último trabajo discográfico del mismo, pero por suerte me encontré cantando temas de la banda acompañado por unos cuantos más. 

Así fueron siguiendo los títulos, entre ellos "Mothra", que contó con un solo de guitarra acompañado del clásico número de Lips usando un consolador de Metal en la guitarra, jugando con la vibración del mismo! Hasta se animó a usarlo de slide para solear un poco. Fue en este tema que aconteció uno de los mejores momentos de la noche, que merece párrafo aparte: en la mitad de la canción Lips presentó a Robb, pidió que el público cante para él, y este respondió con un solo de batería inolvidable, probablemente el mejor que quien escribe haya presenciado al día de la fecha. En ese momento recordé cuando entrevistan a Lars Ulrich en la película y dice que Robb Reiner era el batero al que todo heavy debía intentar igualar, y la verdad que no hice más que darle la razón. Ese hombre posee una destreza difícil de imaginar.
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A todo esto, el show siguió, coronando como última entrega al hitazo "Metal on Metal", que fue probablemente el más coreado y festejado entre todos los presentes, quienes cantaron cada palabra y corearon cada nota. La sonrisa de los músicos era más que grande, y se veía reflejada principalmente en Lips, quien no paraba de animar el público e imponer presencia en el escenario. Tras este corte emitió un simple “Goodbye” y abandonaron las tablas.

Pasaron unos minutos y regresaron para tocar un único bis. Con una previa introducción de la historia relacionada con un bajista con el que ensayaron alguna vez y que presentó tendencias homosexuales, que los inspiró a escribir el corte "Jackhammer", también del aclamado álbum “Metal on Metal”. Una vez finalizado, la banda inundada en alegría (y remarco: INUNDADA), agradeció y saludó al público para luego retirarse del escenario ovacionados por los allí presentes. Un dato que me llamó la atención fue que al terminar la presentación de los canadienses pude ver bastante gente abandonar el recinto, quienes en su mayoría portaban remeras con la insignia de ANVIL.
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No pasaron más de veinte minutos cuando El Teatro se volvió a encontrar a oscuras, la euforia se tornó aún mayor, y comenzó a sonar la pista de introducción a lo que sería el mejor show de PRIMAL FEAR en Argentina. El volumen subía, la gente se amontonaba más y ya se podía ver al baterista Randy Black en posición para empezar un nuevo bombardeo en Buenos Aires. Así fue como también aparecieron el bajista -y legendario productor- Matt Sinner, y los guitarristas Alex Beyrodt y Magnus Karlsson, para arremeter con la pesadísima "Sign of Fear", primer corte del disco “New Religion”. Cuando el cantante Ralf Scheepers entró en escena, El Teatro se vino abajo, el ex-Gamma Ray arremetió con sus mejores agudos y se ganó al público en cuestión de segundos.
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Este tema fue seguido instantáneamente por "Chainbreaker", tras el cual la banda se presentó, y prosiguió con una seguidilla de clásicos, nuevos y viejos: "Battalions of Hate", "Rollercoaster", "Seven Seals", "Nuclear Fire", "Six Times Dead (16.6)", y fue ahí cuando el bombardero hizo una pausa y le abrió la cancha al batero Randy Black para deleitar a los fanáticos con todo su potencial.
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Tras este otro gran solo de batería, los teutones prosiguieron con "Blood on Your Hands", y luego la versión completa de la aclamada "Fighting the Darkness", que supo conmover a muchos, una obra que incluye todos los elementos que PRIMAL FEAR utilizó durante toda su carrera, combinados de tal forma que dejan como resultado una obra casi imposible de no gustar (siempre hay excepciones, lógicamente...).
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Después vino otro corte de su último trabajo discográfico, "Riding the Eagle", y fue entonces cuando se produjo probablemente el mejor momento de la noche: el público empezó a cantar para la banda, cada vez más fuerte, no paraban, a tal punto que se veía a los germanos mirarse entre ellos con cara de fascinación; e incluso Randy Black filmó con su iPhone al público y lo subió en facebook con la descripción “Una vez más el público de Buenos Aires, Argentina, demostró ser probablemente el mejor del mundo!" :-) "Wow, qué gran show!”; y Matt Sinner dijo “Nosotros ya tocamos cinco veces en Wacken, la meca del Heavy Metal, pero es por esto que seguimos volviendo a Argentina”.

Luego Ralf comenzó a entonar las primeras estrofas del Himno Nacional Argentino y tocaron el mayor clásico de la banda: "Metal is Forever". El agite y el fervor del público era de no creer, definitivamente se trataba del mejor show de la banda en nuestro país.
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El quinteto abandonó el escenario y se hizo rogar por varios minutos hasta que entraron en escena Alex Beyrodt y Magnus Karlsson, quienes comenzaron sus respectivos solos a modo de duelo de guitarras. Esto tomó cierto tono humorístico que generó muy buena respuesta entre los espectadores. Acto seguido comenzó "Angel in Black", otra pieza de las más festejadas entre los fans; y para cerrar la velada, una de las mejores composiciones del primer CD de la banda: "Running in the Dust". Altamente aclamados, se retiraron más que contentos del escenario del Teatro.
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Fue un gran evento, con un público merecedor de lo que presenció, de ésos que difícilmente se vuelvan a repetir. Para cerrar esta review, me gustaría citar al bajista co-lider, Matt Sinner: “Quieren escuchar la verdad? Tuve uno de los cinco mejores shows de mi vida en Buenos Aires, en frente de dos mil maníacos. Toda la mierda del viaje y demás contratiempos se olvida, el show de hoy fue el mejor ejemplo de porqué hago esto!" :-) "Estoy  orgulloso de la banda y de los fans! METAL IS FOREVER!!"

Muchas gracias a Lucía Chiarenza, de la productora 4G, por facilitarnos siempre todo.
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Comentó: Gustavo Salinas, para OXIDO.-

2 comentarios:

  1. el violero de Anvil saco un consolador para tocar???

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  2. Si. Lo hace siempre. Es algo así como su "marca registrada"

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